Después de casi toda una semana leyendo tuits sobre actividades maravillosas, reencuentros especiales y magníficos stands y desayunos que tenían lugar en el Fitur 2014, llegó mi turno. Al fin, podía ir al Fitur... en Domingo.
Sin tiempo para nada más, me tocó visitar el Fitur en Domingo. ¡En Domingo! Y es que no solamente era Domingo sino que también era el último día.
Cada blogger, visitante o expositor, después de una jornada como la de ayer saca sus propias conclusiones: cuántos contactos ha conseguido, cuántas personas han visitado su stand, cuántas fotos mega cool ha colgado en Instagram o cuántos bolígrafos ha conseguido birlarle a la Comunidad de Madrid.
Yo, por supuesto, también saqué las mías.
En España se lleva el postureo
La tónica general estaba clara; grandes stands, mucha luz, mucho papel y mucha modernez. Y es que somos tan modernos que muchos de los expositores estaban con su móvil, mostrando las nuevas apps, las nuevas tendencias y...
¡Ah no! Era más bien algo así.
Y la copa al mayor postureo goes to...
¡Melilla!
2 chicas y un chico, en sus hamacas, en bikini y bañador, en la playa artificial expuesta a modo de stand. Al menos aquí, el móvil daba realismo a la escena.
La alegría está en América y África
Después de todo el postureo europeo en general, nos acercamos hacia América. La música empieza a sonar, la gente a bailar y ¡así da gusto viajar! Allá donde suena la música la gente se arremolina, sonríe y se mueve. Tampoco mucho ¡que somos europeos!
Enseñando mis grandes dotes bailarinas a los dominicanos
Escasez de bolis, lápices y bolsas en España
Cada vez que estaba en un stand cotilleando algo de información sobre la provincia o país, venían una o dos personas al stand y preguntaban, muy serios, si les quedaban bolis, lápices, bolsas ¡o algo! En un momento dado me llegué a asustar un poco con un señor que gritaba en el stand de Tailandia. El señor, sin importarle que yo estuviese hablando con la chica del stand, nos cortó y gritando preguntó por alguna de esas cosas. Por un momento creí que estaba tan absorta con la información sobre nuevos destinos que no me estaba dando cuenta de la realidad: ¡España estaba sumergida en una gran crisis de bolis, lápices y bolsas!
Nos encanta lo gratis
- ¡OH! ¡Un postre típico de Etiopía hecho con cacahuetes!
- Pero, ¡si eres alérgica!
-Bueno, pero es gratis ¿no?
Lo que realmente me sorprendió fue, a parte de los locos por los bolis, fue el recolector experto. El recolector experto es el individuo que va al fitur con una maleta de ruedas donde guardar todo lo recogido. ¡High level!
Auguro un descenso del turismo español en Sri Lanka
El stand de Sri Lanka era pequeño. Sin embargo, todo aquel recolector que pasase por Sri Lanka recordará el país para siempre. Allí, un único y joven chico que apenas hablaba el idioma recibía a los visitantes.
Y ¡había cosas gratis! ¡comida gratis!
Cogimos una galleta de las ofrecidas y le dimos un buen mordisco. La galleta, hecha con jengibre (¡grandes cantidades de jengibre!) picaba a rabiar. Entre lágrimas ( y no de risa precisamente) le dimos las gracias al chico que repetía nuestras últimas palabras "no duulce, picaante" y fuimos al bar de al lado. Allí, coméntando las curiosas galletas de Sri Lanka, la camarera nos dio la razón. Al parecer, no éramos los primero que veníamos a beber algo tras visitar el stand de Sri Lanka.
No dudo de lo que Sri Lanka tenga que ofrecer al viajero... pero ¡esas galletas no eran buena publicidad! ¡Os lo aseguro!
Después de 7 horas, nos duelen los pies, las manos, no somos recolectores expertos y toda la información la llevábamos en bolsas. El día termina, la información de muchos stands se ha agotado, y nosotros volvemos para Navarra.
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