Estos días, mientras preparo (mentalmente) mi viaje, he intentado responder la pregunta que todo el mundo me hace cuando le cuento mis planes "¿sola? ¿no te da miedo viajar sola?". Me he sentado frente al ordenador y me he puesto escribir sobre el miedo: sobre mis miedos.

¿NO TE DA MIEDO VIAJAR SOLA?

Pues mira, sí.

Decir lo contrario sería una tontería ¿no? Porque ¿quién no tiene miedo? Y como ya explicaba en mi anterior post de cómo llegué a la conclusión de que quería dejarlo todo e irme a ver un poco de mundo, en mis planes mentales no entraba hacerlo sola. Y no porque me pareciese una locura o porque ya tuviese pensado un acompañante, sino porque siempre había asociado el viajar con compartir, con disfrutar en compañía y con tener alguien que te haga las fotos.... 🙂  Y por supuesto, porque el hecho de verme por el mundo sola, unida a mi mochila, me daba vértigo.

Sin embargo, entendí que tengo un sueño por cumplir (viajar, ver mundo, aprender de otras culturas, disfrutar... ) y que no tener compañía para hacerlo no era más que una excusa más a la hora de ponerme a luchar por realizarlo.

Así que aclarado: como todo el mundo, tengo miedos, dudas y no soy ninguna valiente. Simplemente he dado el primer paso. Hay una frase por ahí, de un tal Ambrose Redmoon, que dice:

El valor no es la ausencia de miedo, más bien es la opinión de que otra cosa es mucho más importante que el miedo

Como cuando una madre se encara ante un peligro que amenaza a su bebé. La madre tiembla de miedo, pero proteger a su bebé es mucho más importante que ese miedo. Tener miedo es normal, encararlo y luchar por lo que crees más importante es primordial.

Y es que tener miedo es normal, a veces irracional, y muchas veces necesario. El miedo nos hace estar alertas, atentos a nuestro alrededor, y a los posibles acontecimientos que puedan ocurrir. Pero hay que luchar para que este miedo no nos paralice y nos permita seguir avanzando.

Y estos días, mientras preparo (mentalmente) mi viaje, he intentado responder la pregunta que todo el mundo me hace cuando le cuento mis planes "¿sola? ¿no te da miedo viajar sola?". Me he sentado frente al ordenador (y es que siempre pienso mejor así) y me he puesto escribir sobre esto.

¿QUÉ ES LO QUE NOS DA MIEDO? ¿POR QUÉ DA MIEDO VIAJAR SOLA?

Hablar de miedos es hablar sobre el interior de una persona y eso no siempre es fácil. Los miedos son muy personales pero muchos de estos miedos se repiten en muchas personas.  Así que, acordándome de una buena amiga que siempre me recomendaba hacer listas para todo, he hecho una lista.

#Miedo a dar el paso

De esto iba mi post sobre la necesidad de luchar por realizar nuestro sueño. Pensar qué quieres hacer, cómo podrías hacerlo y lanzarte a ello. Salir de tu zona de confort, en la que se está tan agustito, decidir hacer algo nuevo, algo diferente a lo estipulado y superar el miedo al qué dirán. Miedo al que no te entiendan, a que te tachen de loca.

La frase, de Paulo Coelho

El peor de todos los pasos es el primero. Cuando estamos listos para una decisión importante, todas las fuerzas se concentran para evitar que sigamos adelante. Ya estamos acostumbrados a esto. Es una vieja ley de la fisica: romper la inercia es difícil. Como no podemos cambiar la física, concentremos toda nuestra energía extra y así conseguiremos dar el primer paso. Después, el camino mismo ayuda.

#Miedo al otro

Los mayores miedos que tenemos los humanos se centran en los otros humanos. Miedo al otro, al extraño. ¿Y si te roban, te secuestran, te violan y te matan?

¿Todo a la vez o por partes?

Y no me lo tomo a risa, ojo, que me da miedo, claro que sí. Pero tampoco puedes andar por el mundo pensando que todos quieren hacerte sufrir. Además, parece ser que esas cosas sólo pueden pasar cuando te vas lejos. "Mira lo que le pasó a la chica suiza en India..." "Y a aquella que no volvió a aparecer..."  y oye, que esas cosas también pasan en España, a 10 metros de tu casa. Y si está de pasar, también te puede pasar en compañía. Además, acostumbro a pensar que las últimas tres opciones es más fácil que te ocurra en tu país que en un país extranjero. Y es que ningún país quiere verse atrapado en un asunto internacional que haga peligrar todos sus esfuerzos por aumentar el turismo del país, por lo que serán penas muy castigadas.

Y pregúntate entonces ¿cuánta gente hay viajando sola y no nos cuentan estas tragedias? Ellos hablan de cómo una señora les ayudó a encontrar el camino, les dio techo y comida, o les abrazó cuando necesitaban un abrazo. Esto no sale en las noticias, pero se lee en los blogs. En el mundo hay gente mala, o gente perdida, necesitada, pero también hay mucha gente buena, amable y hospitalaria. Pero eso no sale en los periódicos.

Lugareño de XingPing ayudándonos con el mapa

Y pensándolo bien, llega hasta a hacerme gracia. "Ten cuidado cuando estés perdido, si te invitan a comer o si quieren llevarte en coche a algún lado... no vaya a ser que quieran hacerte daño, robarte...o cosas peores". Sin embargo, cuando estamos en nuestra zona de confort (nuestra situación acomodada, en nuestro país, en nuestra ciudad, en nuestra casa) tenemos miedo del que viene de fuera. Coger a un autoestopista es peligroso no vaya a ser que... te quiera robar, atacar o secuestrarte, ¿acoger a alguien en tu casa y darle de comer? ¿Y si me ataca? Cuidado con hablar con extraños en la calle, seguro que está haciendo como si estuviese perdido y en realidad lo que quiere es robarte...  Viéndolo todo desde este ángulo ¡siempre estamos en peligro! Parece que siempre somos la víctima: seamos el mochilero o seamos el local..

La señora de Pacua invitándonos a comer

Por supuesto, no estoy diciendo que hay que confiar en todo el mundo, andar por el mundo con los ojos cerrados pensando que la humanidad es buena por naturaleza y que nadie va a querer herirte o robarte en ningún momento... No, hay que tener sentido común, estar atenta, observar las actitudes, los comportamientos, los gestos y estar preparada. Y recordad que cuando tú viajas, ellos son los que están en su zona de confort, tienen sus pertenencias y más que perder que tú. Ellos, como tú, también quieren tranquilidad.

Lugareño explicándonos una ruta bonita para realizar

La frase, de Leonardo Da Vinci

Aquel que más posee, más miedo tiene de perderlo

#Miedo a enfermar

Aquí viene otro de los grandes miedos. ¿Y si me pongo mala allá, en la otra punta del mundo?

Todos estamos de acuerdo en que cuando nos ponemos malos no hay nada mejor que el sofá de casa, la mantita y ¡los mimos de mamá! Da igual la edad que tengamos, el dolor que tengamos y el tiempo que necesitemos para curarnos... El zumito recién hecho y las palabras de ánimos, las visitas de los seres queridos y un poco de tele tonta que no te haga pensar mejoran los síntomas.  ¿Y si me pongo mala allá, en la otra punta del mundo?

Pues si te pones mala allá vas al médico, exactamente igual que aquí. Porque en todos lados hay hospitales ¿no? Como durante mucho tiempo he vivido fuera de casa me ha tocado estar mala en Tarragona, en Granada, en Stuttgart, en Bélgica y en Berlín. ¿Que no es lo mismo estar malita en casa que fuera de ella y sola? Pues no, pero ¡es lo que hay! Una vez pasado... sólo será una anécdota más.

- ¿Y si la enfermedad es grave?

- ¿Y si mañana, tu médico de cabecera, el de toda la vida, te dice que te han detectado algo gave?

Contra eso, lamentablemente, no podemos luchar.

La frase, de Tito Livio

El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peores de lo que son

#Miedo a perder lo que tenemos

Este es uno de los mayores miedos que paraliza a la gente, y que me paralizaba a mí.  Así que lo entiendo perfectamente. Cuando uno tiene ya muchas cosas de las que deseaba, arriesgar todo para conseguir otra da miedo, mucho miedo.

Por eso a los sueños se les llama sueños, por lo inalcanzables y grandes. Pero si como yo, tienes un sueño en el que no puedes dejar de pensar, con el que te ves feliz, si sin él te sientes insatisfecha, irascible y triste, y sientes que si no intentas realizarlo no te sentirás completa, y que te quita el sueño (bueno, lo del sueño es mentira... duermo muy bien), tienes que luchar por él. Porque quizás, y sólo quizás, todo lo que ya tienes ahora no es lo que quieres.

La frase, de René Juna Trossero

Si nunca te arriesgas a perder, nunca te das la oportunidad de ganar

#Miedo a fracasar

¿ Y si sale mal? ¿Y si no me gusta? ¿y si me siento sola? ¿y si todo lo que yo defendía se cae a la primera de cambio? ¿Y si..?

Si no lo pruebas, si no lo intentas.... Nunca sucederá. No fracasarás en el intento, pero fracasarás por no haberlo intentado.

La frase, de Elbert Hubbard

El error más grande de la vida es el estar constantemente pensando que usted hará uno.

Y a ti ¿qué te da miedo?

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