La gastronomía es la mejor forma de conocer una cultura (y la más sabrosa). Acércate a la cultura navarra a través de este post y a través del mercado de Santo Domingo, el mercado más antiguo de Pamplona, un mercado con casi 450 años de historia.
El viajero, cuando viaja a una ciudad o un país que no conoce intenta siempre acercarse lo máximo posible a la cultura que le rodea. Conocer sus tradiciones, sus fiestas, su gastronomía y sus formas de vida, para así poder integrarse en ella y pasar a formar parte de ella. A pesar de parecer sencillo, esto puede ser complicado. Ciertas culturas son tan diferentes entre sí que hace que la cultura ajena parezca lejana o, incluso, rara.
La gastronomía es, para mí, lo más importante de una cultura, aunque quizás es porque soy un poco golosa...
Comprende qué y cómo come un país, y comprenderás cómo vive.
Pero muchas veces, cuando te encuentras en un país extranjero, hasta esto parece difícil. Cómo saber qué y dónde comprar y, una vez tengamos el producto, cómo cocinarlo son los mayores problemas para el viajero. Los restaurantes son una forma sencilla de acercarte un poquito a la gastronomía, pero quizás no tenemos presupuesto para comer cada día de restaurante y probar cada una de las comidas típicas.
En estos casos, sin duda, una de las posibilidades más sencilla, más barata y más carismática para acercarte a la gastronomía de una tierra es el mercado. A ojos del turista, los mercados se convierten en un escaparate infinito de tradición gastronómica. Allí, los colores combinan, la sonrisa del comerciante es cercana y el aire huele a fresco en cada puesto.
He de admitir, que desde pequeña he tenido una estrecha relación con el mundo de los mercados. Incluso podría decir que es algo que llevo en la sangre, ya que mi familia vive de ello. El otro día, echando una mano al otro lado del mostrador en el mercado de Santo Domingo, pude ver esas sensaciones que ahora mismo describo en los ojos de unos japoneses. Verduras a los que nosotros estamos totalmente acostumbrados se les presentaban a ellos como manjares desconocidos... La borraja, protegida por miles de pelitos, se les hacia extraña. Así como las achicorias, las pochas, las alcachofas y, por supuesto, el cardo, esa delicatessen navarra con denominación peraltesa.
Cardos en el mercado de Santo Domingo, Pamplona (Puesto Jose Mari) |
Y de pronto me vi a mí, al otro lado del mostrador, quizás al otro lado del planeta, mirando con curiosidad los frutos y verduras que un dependiente me ofrecía.
[…] la calle Navarrería encontrarás a la derecha una pequeña calle que desciende hasta el Mercado Santo Domingo. Un Mercado que data del año 1565 y donde podrás encontrar gente muy amable que te acerque a los […]
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buenos cardos crias