Una mujer, una (monstruosa) mochila en sus hombros y más de 1770 kilómetros por delante para recorrer a pie. Admito que la idea me aterrorizó y encantó a partes iguales. El título y la temática de la película me enganchaban. ¿Una mujer andando sola nada más y nada menos que 1770 kilómetros por la costa de Estados Unidos? Sonaba genial. ¿Una mujer que únicamente viaja porque su vida se había convertido en  un desastre y no sabía cómo solucionarla mostrando lo inepta que es como mochilera? Sonaba horrible. Tenía que verla. Palomitas, sofá, manta, y una libreta mental donde apuntar los detalles, las críticas y conclusiones.

¿Necesita una mujer estar perdida para comenzar una aventura? ¿Saben las mujeres ser salvajes? ¿Puede defenderse una mujer acampando, cocinando con camping gas y en condiciones límites?

Admito que empecé la película con cierto pavor. Y no por el hecho de su aventura, si no por el enfoque que la película daría a su situación. No quería ver una mala película sobre una mujer viajando sola. No quería ver ineptitud ni chiquilladas. No quería ver una típica comedia americana donde la chica, un desastre sin solución, es rescatada por un (adonis) mochilero. Y no lo vi. Aviso que habrá algún spoiler, pero me comportaré lo suficiente para no romper la trama.

Y como este es un blog de viajes para animar a todas las mujeres en la aventura de viajar sola, ahí van mis conclusiones (y algún que otro nuevo objetivo) tras haber visto Wild, la película.

#MOCHILA

La película empezó mal. Todo prometía a comedia mal llevada. A problemas con hombres e inestabilidad emocional. Una mochila enorme que dejaba clara su inexperiencia de forma algo dantesca. Aunque admito que, lo esperpénitco de la imagen, me hizo reír.

Ya casi... ¡Ay, no!

Esto nos enseña  algo que ya sabíamos, la mochila cuanto más liviana, mejor. Olvídate de armatostes sin sentido que harán que tu viaje sea un infierno. Yo metí todas mis posesiones para 7 meses en una mochila de 40 litros y 10 kilos de peso.

#AYUDAS EXTERNAS

Porque yo lo valgo...

La película, como mi entrada “por qué es más fácil viajar sola que viajar solo” refleja las “pequeñas” ayudas que una viajera recibe por el hecho de ser chica y viajar en solitario. Pequeños tratos de favor ganados a cambio de una sonrisa o por el hecho de ser considerada más débil o indefensa. Las patatas y la bebida al llegar al campamento así como la entrega de paquetes aunque la oficina estuviese cerrada son sólo algunos ejemplos.

#PELIGROS

Sí, la película también muestra algunos peligros a los que se enfrenta nuestra protagonista. El señor que se ofrece a acercarle al pueblo, la serpiente enorme del desierto, la desubicación en la montaña o el cazador con cara de loco.

Como realmente ocurre viajando en solitario, las alarmas se encienden cuando ocurre algo fuera de “lo normal”, y se actúa en consecuencia. El sentido común es la base y actuar con cuidado y prevención es  importante.

Finalmente sólo una de estas parece ser una amenaza real y me gusta la forma en la que está tratado el asunto. Como ya hablamos en los consejos de autodefensa, lo primordial es no tener que encontrarnos en un forcejeo, y eso ella lo hace perfecto.

#SOLEDAD

Sí, para qué mentir, habrá momentos de soledad. Habrá momentos en los que te sientas sola. En los que te preguntes qué haces allí. Pero esos momentos serán, justamente, los que más te enseñen de ti misma.

#VIAJE INTERIOR

El viaje interior de la protagonista es, si cabe, mayor que el viaje exterior (y repito, son más de 1770 kilómetros a pie).

Hay viajeros que dicen no viajar interiormente. Hay viajeros que dicen no aprender tanto de sí mismos como pensaron en un principio. En mi opinión, viajar sola te pone en tantas y diferentes situaciones, con tanto tiempo para pensar después sobre ellas, que aprenderás mucho de ti. No diré aquello que dice mucha gente de que “viajar te convierte en otra persona”, diré más bien que viajar te permite conocer a esa persona y aprender a quererla.

#HOMBRES

El tema conocer hombres aparece en la película. Chica guapa conoce chico guapo, se caen bien, comparten unas cervezas y pasa lo que tenía que pasar. No hay adonis que salven a princesas, y eso me gusta. Refleja lo que hay: caminos cruzados, momentos compartidos, diversión y direcciones diferentes. Sin grandes dramas ni grandes pesos de guión.

# ¿DORMIR SOLA EN TIENDA DE CAMPAÑA?

Y es aquí donde la película me plantea un reto. Nuestra protagonista comienza la historia con su gran mochila, sus problemas y su tienda de campaña. Desde el primer momento que empieza su aventura dormirá en ella, sin nada ni nadie más que ella. Y me plantea el reto ¿sería yo capaz? ¿me daría miedo? ¿es demasiado arriesgado? Y aquí, y con esto, nace uno de mis objetivos de este año.

Del que… os cuento más aquí.

Reese Witherspoon en la película 'Wild'