Es 31 de diciembre y escribo un artículo que empieza a convertirse en tradición. Y lo hago, quizás, porque me ordena, me sitúa y me pone en preaviso. Me permite cerrar un ciclo. Digo adiós 2018 y recibo con un ¡Hola 2019!. Me emociono con todo lo que se lleva este año y con todo lo que este nuevo año puede traer. Miro los artículos, las fotos y (me) pienso en lo vivido.

Me sonrío.

Releo mi despedida al 2017 y me río con mis objetivos no cumplidos del 2018, pero también me enorgullezco de todo lo conseguido. Y, entonces, recopilo un nuevo año; en recuerdos, en fotos  y futuros desafíos. ¡Allá vamos!

ADIÓS 2018

Adiós 2018 y con él, a mi viaje más largo. Este 2018 he estado más de 10 meses fuera de casa, lo que lo convierte en mi viaje más largo. En Sudamérica pasé 9 meses y, al final, tenía necesidad de volver. En éste pasé más de diez y no tuve estas sensaciones. Me sentí muy cómoda, menos nostálgica y más segura. Volví porque el vuelo me salió económico, porque siempre vuelvo por Navidad y porque diez meses los sentí como suficiente.

He conocido 3 países nuevos: México, Belize y Guatemala, y con estos ya sumo 39.

Me encantó México: Sin mucha emoción por México, volé a Cancún porque me salía más barato el billete aunque mi intención interna era tomar dirección Centroamérica. No lo hice. Pasé un mes por la península de Yucatán hasta que llegué a Bacalar, donde me quedé.

Me quedé a vivir en Bacalar: Comencé 2018 diciéndome que si me gustaba un lugar intentaría no marcharme rápidamente. Cuando llegué a Bacalar todo me atrapó de ese pequeño pueblo con la laguna más bonita que he visto en mi vida. Encontré un voluntariado en un bar restaurante que el segundo día se convirtió en trabajo.

Tuve un bar en Bacalar: Suena a  chiste, pero cuando dejé el bar restaurante me ofrecieron gestionar un bar de playa. Sin casi creérmelo, me hiceron socia de un lugar precioso y estuve trabajando allí 4 meses. A pesar de la oportunidad, decidí que no era lo que quería en este momento de mi vida, que no quería quedarme allí y que quería seguir viajando.... Y seguí.

Pasé 3 semanas viajando en Belize: Belize es un país totalmente diferente a cualquier otro país en el que haya viajado. Los idiomas, razas y culturas se mezclan de una forma sencilla y única. Aquí escribí sobre Belize.

5 semanas en Guatemala: Guatemala me pareció un país muy vivo, loco e imperdible. Lleno de volcanes, naturaleza y cultura. Un destino maravilloso para quien quiera empaparse de tradición, aventuras y belleza. Visité Tikal y caminé 5 días hasta el Mirador, unas ruinas mayas semi descubiertas, disfruté de Antigua, vi dos volcanes activos, caminé alrededor del precioso lago Atitlán dejándome llevar por la historia del Principito y entré en trance en la laguna de Chicabal. Guatemala será, seguramente, uno de los países que más me ha gustado y sorprendido.

Finalmente me encantó tanto México que aunque salí dos meses, por visitar un poco más y renovar la visa, en vez de seguir dirección al sur quise volver. No me arrepiento. Chiapas y Oaxaca son imperdibles. Todavía no sé qué me pasa con México que me resultó muy sencillo visualizarme viviendo una temporada, otra, de mi vida allá. Me enamoré de la costa oaxaqueña, de su sierra y de su ciudad. Vivir el día de muertos en México fue una experiencia única.

San Mateo, en la sierra de Oaxaca, otra realidad en la que me imaginé viviendo

He tenido una de las vueltas a casa más dulces de mi vida viajera. Todavía no sé porqué, pero he disfrutado despacio, sin agobios ni temores. Imagino que estoy haciendo lo que quiero y cómo lo quiero, y, lo más importante, sé que puedo seguir haciéndolo.

A lo largo de todo este viaje, he visto lo que quiero contar y he empezado, por fin, ahora sí, a escribir el libro que hace tiempo tengo en mi cabeza. Y me llena de emoción. (También de dudas...)

¡HOLA 2019! Y ESTE AÑO ¿QUÉ?

Pues el objetivo principal es, con trabajo y algo de suerte, terminar el libro que ya estoy escribiendo. Por supuesto, si el resultado final me convence, me gustaría publicarlo.

Todo apunta en mi interior en que, antes de Marzo, me haré un viaje pequeño caminando. Lo que más me resuena es el camino de Santiago Portugués, pero estoy (muy) abierta a otras propuestas.

Después de la boda de mi mejor amiga, allá por abril, me gustaría hacerme un viajecito largo por Europa del Este, con la intención de llegar a Grecia. Uno de los destinos que más ganas le tengo y que todavía no conozco. ¿Te vienes?

Y tú ¿Ya has dicho adiós 2018 y ¡hola 2019!? ¿Qué objetivos viajeros tienes?