¿Cómo te la bancas? ¿Cómo te financias tus viajes? Porque viajar es caro ¿tienes auspicios?

Esta pregunta me llega al correo, me llega en los comentarios y me llega, a diario, en el cara a cara. Porque viajar es caro, porque seguro tengo ingresos de algún lado que no cuento, porque quizás me bancan mis padres o, quizás, hay alguna empresa gigante cubriendo mis espaldas.

Y siento decir (me) y decirte que no.

Siento decir que este va a ser un artículo que no te va a gustar. Porque no es mágico, salvador, ni revelador. Porque no es una de esas mil guías que hay en internet para decirte cómo viajar gratis, cómo ganar dinero con un blog ni cómo hacer dinero mientras viajas.

En este artículo, te voy a decir la verdad. El dinero es sólo una excusa más que te pones para no viajar. Como los miedos, como las ataduras y la hipoteca. Para viajar necesitas dinero, pero también necesitas dinero para vivir en tu ciudad, pagar tus facturas, tu hipoteca e ir a trabajar. Para salir a cenar y salir de fiesta.

¿Y cómo ganas ese dinero?

Pues trabajando, como todo el mundo.

Esta es mi historia, y la de mucha gente que viaja por el mundo.

Si quieres viajar, viajas.

Trabajas y viajas.

Sólo tienes que buscar la forma de trabajar mientras viajas.

Y ahí se abre todo un abanico de posibilidades. Hay quien realiza teletrabajo, es decir, trabaja para su empresa a distancia, hay quien trabaja para sí mismo de freelance en trabajos que únicamente requieren una buena conexión y sus habilidades, y hay quien trabaja de temporero mientras viaja. También hay quien aprende una habilidad y se hace artesano. Hay quien trabaja una temporada en su país, en su profesión, o en otra, ahorra y se va de viaje con ese dinero. Más holgado, más tranquilo. Hay quien vive al día, cocina en el hostel y lo vende en la calle. Quien duerme en tienda de campaña, y pide fruta, verdura y pan  de ayer en las tiendas de los pueblos por los que pasa. Hay quien se aloja con couchsurfing, woof o trabaja en hostales a cambio de alojamiento. Hay quien viaja barato (muy barato). Hay quien se mueve a dedo.

Hay mil formas, y cada uno sólo tiene que encontrar la suya. Esto va de lanzarse e intentar. De no temer a dar el salto. De llevar bien la inestabilidad, olvidarte (casi por completo) de los lujos, y vivir con menos. Es cuestión de flexibilidad y aprender cómo te sientes cómoda tú. Cómo puedes financiarte tú.

PERO TÚ ¿CÓMO FINANCIAS TUS VIAJES TÚ?

Es una pregunta que odio, la verdad. Y es que yo no pregunto a nadie cómo hace para comprarse ropa cada semana o comprarse ese Mercedes. Cómo lo hace para comprarse una casa. Pero supongo que son gajes de tener un blog de viajes. Y vivir viajando (más o menos).

Para empezar, te diré que no tengo nada. Nada propio. Sólo este blog, mientras siga pagando la renta, una tablet de segunda mano y una reflex de segunda mano (o tercera) que me regalaron unos amigos (a los que amo) porque tiene un error de software.

 Vivo sin posesiones, y lo manejo bien. No tengo una casa. Tampoco un coche. Si un día decido establecerme, comenzaré de cero.

Mientras tanto, trabajo de lo que puedo, y cuando puedo. No gasto casi. No tengo lujos ni caprichos. Sólo alguna caña* de vez en cuando. Lo ahorro todo. Y viajo barato.

Me muevo a dedo. Utilizo couchsurfing y, casi siempre, cocino allá donde duermo. Hay en ocasiones que me pierdo cosas, paisajes, viajes y momentos, porque no puedo pagarlos. Habrá quien piense que para viajar así mejor no viajar, ya me lo dijeron cuando dije que hice el Camino de Santiago del Norte con 350 euros.

Yo prefiero viajar. Sin duda.

Tendrás que ver qué prefieres tú. Y cómo financias tus viajes.

Buscando mi propia forma, ofrezco servicios de ayuda a través del blog, cenar juntas a través de skype, donde ofrezco mi visión, ayuda y experiencia a cambio de una donación. Así te cuento, si quieres, más acerca de ahorrar, viajar barato y financiación.

Foto robada por Lucía durante una cena virtual

Y vendo postales, cara a cara, en la calle. Porque no soy buena artesana, pero empiezo a defenderme bastante bien con la cámara. Si quieres también se encuentran a través del blog, y puedes hacerme una donación (puedes escribirme para saber más).

También pongo algo de publicidad, que aporta menos y nada, porque ya nadie clica, pero al final del año, me paga el dominio (más o menos), que, a mi pesar, no es barato. Cuando pienses cómo ayudarme un poquito, puedes clicarla y echarle un vistazo. Y es que, a veces, hay cosas interesantes.

Si quieres viajar, viajas. Y encuentras la forma. Como se encuentra para todo lo que quieres hacer.

Es sencillo. Y tan difícil.

Porque nos resulta más sencillo quedarnos en casa, trabajar para poder ir al trabajo y pensar que quien viaja sólo disfruta. Que se lo dan todo hecho.

Que no lo trabaja.

Porque lo más difícil de vivir viajando no es ganar el dinero, si no desprendernos de todo, negarnos a cosas y quitarnos de la cabeza que viajar sólo es disfrute y lujos. Pedir un daikiri y llegar al hotel. Al todo incluido. A decir a todo que sí, "porque son mis vacaciones y para eso trabajo".

Puedes viajar y trabajar. Cocinar en el hostal. Acampar. Viajar a dedo o vender una postal. Puedes hacer lo que quieras, porque tienes dos manos, una cabeza y dos pies. Como yo.

Como aquel que ha recorrido el mundo y hoy te lo cuenta en un blog.

Como quien no lo cuenta, pero lo hace desde hace años.

Lo siento, pero no hay atajos, si quieres vivir viajando tendrás que trabajar(te)lo.