- El viaje no es real - me dijo alguien no hace mucho tiempo.
Y, lo admito ahora, algo se me rompió por dentro. Porque era una afirmación contundente, sin atisbo de duda, una respuesta a una de esas preguntas que, a veces, cuando nadie me escucha, me cuestiono en voz alta.
El viaje no es real porque cuando conoces a alguien que está fuera de su casa, que está de viaje, es más feliz y todo le da más igual, seguía diciendo esa voz. El viaje no es la realidad - sentenció aquella persona que estaba de viaje, fuera de casa, en aquella realidad que, según sus propias palabras, estaba lejos de ser real.
Obviamente yo no estaba de acuerdo y defendía mi realidad con uñas y dientes. Sin embargo, sin saber cómo, la duda se instalaba, se repetía en mi mente " ¿Y tú qué, Patri? ¿Tú qué?" Sin trabajo, sin casa, sin pareja. ¿Qué estás construyendo? ¿Es real todo esto?"
De pronto, el vacío. El miedo. Si el viaje no es real, mi modo de vida, mis recuerdos, mis vínculos, mis amistades y mis experiencias vividas tampoco lo eran. ¿Dónde me dejaba a mí eso? Entonces ¿qué coño estaba haciendo? ¿Cuál era la gracia?¿Qué estaba construyendo?
Y, como sabéis, me fui de reencuentros, porque necesitaba indicios de realidad viajera sembrada en los caminos. Buscaba esquejes, raíces que siempre (me) escribo que tienen las viajeras, aquellos trocitos de mí en personas y lugares que he ido recorriendo.
¿EL VIAJE NO ES REAL?
Amigas, amigos y viajeros se rieron de mis dudas. Me abrazaron y me envolvieron con sus palabras. No entendían cómo yo, una persona que decide diariamente cómo quiere vivir su vida, podía siquiera hacerse ese tipo de preguntas. Si el viaje no es real no podía ser para mí una pregunta.
Y, sintiéndome abrazada por una realidad diferente, entendí.
El viaje no es real. Tampoco irreal. El viaje no es un sujeto que pueda ser o no ser, sino que es la persona quien crea una realidad. Quizás, el viaje no es real para quienes relacionan el viaje con sus vacaciones, con esos días de desconexión, de locura, de lujo o de extroversión. Con el descanso, la diversión o la libertad. Con todo aquello que normalmente no son. Quizás, me digo, relacionan el viaje con aquello que, creen, no puede ser sostenible en el tiempo.
Quizás el viaje no es real para algunos. Si de viaje se es más feliz, me digo, quizás sea porque nos permitimos ser como somos y no como queremos ser; más disfrutonas, menos productivas, más nosotras mismas. Más libres.
Para mí el viaje es una forma de vida como otra cualquiera. El viaje es totalmente sostenible. El viaje no son lujos, caprichos ni hoteles de cinco estrellas. Son dos huevos fritos hechos en una sartén al resguardo del viento, unas tostadas con tomate, dormir en un espacio pequeño o no tener todos los días donde ducharte. Para mí, y aunque suene extraño, el viaje es equilibrio. De viaje vivo, trabajo, cocino, descanso, lo paso bien y lo paso mal. El viaje no son sólo buenos momentos pero sí es la forma (que he encontrado) en la que me resulta más fácil ser más feliz, ser más libre, más yo misma.
Y, para mí, no hay nada más real que vivir en libertad.
Hola Patricia!!Me ha encantado leerte,estoy a dos meses de empezar mi aventura y me siento muy identificada con todo lo que escribes.Es de valientes probar una vida diferente! Has conocido a mucha gente viajera durante estos años?Visitaste muchos países? Me admira mucho que lo hagas sola,yo creo que tendría miedo...Habrás visto muchas maneras de vivir diferentes,de pensar etc Crees que podrías volver a tener una vida "normal"? Un abrazo grande 🤗
Real-realidad-realismo- claro que es real!!! Entiendo las dudas y los miedos. Pero sabemos todo el aprendizaje que nos da el VIAJE así que sigue FELIZ. Valiente!
Un abrazo y gracias!!! <3
Sin duda, uno de tus artículos más bonitos 🙂 ¡Sigue construyendo realidad mientras así lo sientas Patricia!
Gracias, Laura!!! Me alegro de que te haya gustado. Sigo construyendo, preguntándome y escribiendo. Un abrazo!
Hola Patricia, me ha encantado tu artículo, ese "sí es real", yo estoy pensando hacer algo como tú y tenía muchas dudas y sobre todo mucho miedo pero este artículo....es de 10 y me ayuda un montón. Muchas gracias de corazón. Olga
Qué bien! Cuánto me alegro, Olga!!! Te aviso, desde ya, que, a veces, al volver de tu primera (o cualquier) experiencia puedes sentirte perdida con esta reflexión. Nadie de tu alrededor ha vivido tus mismas experiencias y resulta raro explicarlas. Sin embargo, no lo olvides, han sido súper reales y guardarás recuerdos, amigues y emociones para siempre!!
Ánimo y a disfrutar! Un abrazo!!!