Todo ha ido lento últimamente. Lo he aceptado, he bajado mis ritmos, he esperado. He tenido mucha paciencia, me he movido poco y he dado (para mí) pasitos de caracol. También lo he disfrutado. Después de mi viaje a Kenia y a Tanzania (donde os recuerdo que nos pilló la pandemia dejándonos sin tráfico aéreo sin forma de volver, cambiar de país y con algunas dificultades para extender nuestro visado) tuve ganas de parar.
Creo que muchas de nosotras las tuvimos.
Después, en mi viaje a 40 kilómetros por día, encontré un lugar que me encantó y donde quise quedarme. Donde aprendí muchísimo. De la montaña, de la naturaleza, de las plantas, las abejas y de la vida. Aprendí muchísimo sobre mí estando tan quieta (y eso para mí ha sido toda una experiencia). Han sido dos años preciosos, pero también muy duros, difíciles y desafiantes, tanto que ni siquiera he tenido ganas de compartirme por aquí, diría que porque he estado muy quieta, pero también, realmente, porque no sabía qué decir.
Las ganas de viajar han ido volviendo. Primero casi en silencio, despacio, tranquilas. Poco a poco han ido subiendo la voz para terminar gritando más fuerte...y cuando creía que era el momento, mi novela salió a la venta.
No me importó retrasar el viaje. He invertido demasiado tiempo y trabajo como para ser capaz de disfrutar el momento.
Darme más tiempo me ha permitido sentir las ganas de viaje golpeando en mi pecho, algo que sinceramente necesitaba. ¿Por qué? No sé. Creo que necesitaba confirmar que viajaba porque me apetecía y no porque se suponía que tenía que hacerlo. Esto que digo quizás suena raro, pero cuando llevas ocho años viajando a veces puedes olvidarte de por qué lo haces, como si lo hubieras incorporado a tu vida y ya sea casi (casi) una rutina. Es lo que haces. Viajas, vuelves, trabajas y vuelves de viaje. Un ciclos raro, pero ciclos al fin y al cabo. Si no te mueves ¿qué haces? (¡vaya viajera!). Lo sé, suena estúpido y es muy probable que únicamente estuviese en mi mente... Pero me he llegado a sentir así algunas veces. Imagina que llevas años haciendo lo mismo y de pronto te detienes. ¿Te preguntarías quién eres? ¿Qué quieres?
Probé un par de cosas, un par de viajes y.. Aunque los disfruté, no me encontraba. Viajaba por moverme. Por no estar donde estaba, por probar lo que otras veces (me) había funcionado, pero (sinceramente) no por el placer de viajar.
Me di más tiempo.
Y, ahora, después de casi tres años, tengo tantas ganas que no quiero seguir esperando. Podría darme más tiempo (ahora que las cosas del libro parece que se mueven), tomarme las cosas con calma... Pero es que no quiero. Ha vuelto una alegría y una necesidad de conocer culturas y lugares que tenía dormida. Y sí, después de decir en dos charlas y una entrevista (¡en la tele!) que tenía ganas de disfrutar este momento con el libro y estar quieta... ¡Me he comprado un vuelo! En realidad dos, porque ya sabes que volar barato tiene un precio (y son los transbordos y el tiempo).
Así que estoy súper feliz de contaros que el martes que viene vuelo a Jordania.
Todo ha sido así de rápido. De una semana para otra, sin planes, sin pensármelo demasiado. Sintiendo. Vuelo, sin billete de vuelta, sola,con 30 litros de mochila, sin prisa, pero sintiéndome algo oxidada y, al mismo tiempo, un poco primeriza. Así que tendré todos mis sentidos activados y espero (aunque las que lleváis un tiempo conmigo ya sabéis cómo va esto) ir compartiéndome un poquito en el blog, contaros cosas, sensaciones y emociones.
¡Nos vemos!
Hola Patricia!! Hace unos días tuve un sueño de esos medio borrrosos en los cuales cuando te despertás poco recordás, pero estaba justamente en Jordania y ahora te leo y contás que vas allí, así que espero ( como siempre), tus crónicas que me llevan a conocer tanto mundo.Que este sea para vos un nuevo "primer viaje después de..." y lo disfrutes con todo. Un cariñoso saludo desde Buenos Aires, Argentina.Paula Alvarez Frea.
Ooooh!!!? Qué coincidencia! ¿Será que vas a viajar a través de mí o que tienes que viajar por ti misma??? Jajajaja Un abrazo enorme y espero transportarte hasta allí (aunque sea un poquito!). Te abrazo re fuerte!
Que disfrutes del viaje y nos hagas disfrutar de un segundo libro, que no dudo que será tan bueno como el primero.
Gracias!!! 💜💜💜 Cómo me alegro de que te haya gustado Vidas de Gata. Sigo escribiendo, que eso nunca pare 😊