Incluso antes de que pusiera un pie en Eslovenia, todo el mundo me recomendó Bled. Parecía como si aquel pequeño lago rodeado de montañas fuese la joya de ese país y que nadie podía pasar por allí sin visitarlo. Y yo no pensaba perdérmelo. Pero ¿merece la pena dormir en Bled?
Muchos de los otros viajeros que conocí en Ljubljana hablaban de ir y volver en el día. Bled está muy bien conectado con transporte público y, según decían todos, un día era suficiente para darle la vuelta al lago, disfrutar de la belleza y hacer algún trekking pequeño. Mi plan inicial era pasar unos días allí, dormir en Bled y descubrir sus alrededores pero, con ese tiempo de lluvia y frío que se le antojó a ese mayo, me lo preguntaba una y otra vez ¿Merece la pena dormir en Bled?
VISITAR BLED EN UN DÍA
El lago de Bled sólo tiene seis kilómetros de orilla que, aunque podrían caminarse en algo más de una hora, es probable que te lleve cerca de cuatro; te detendrás a tomar fotos (cada vista es mejor que la anterior), a sentarte en alguno de sus muelles y, por qué no, a tomarte una cerveza.
No te quedes únicamente con la vista del pueblo aunque tengas poco tiempo,
róbaselo a otro lugar.
Bled tiene un castillo en lo alto de una montaña escarpada, sus aguas diferentes azules y, por si fuera poco, una pequeña isla con una iglesia en el centro del lago. Te diría lo que me dijeron; que no vale la pena pagar por el castillo ni por el viaje a la isla y que camines el lago y que hagas el pequeño trekking hasta el mirador del lago Bled.
MIRADORES DEL LAGO BLED
Dicen, que si algo merece la pena del castillo son las vistas que se ven del lago desde él. Sin embargo, si cuando asciendes hasta el castillo en vez de entrar por su puerta vas por la derecha, llegas a un mirador donde se aprecian unas buenas vistas (también puedes saltar la verja que hay ahí), pero, para no hacer nada ilegal, te recomendaría seguir un poquito por el camino que hay a la derecha y ya, desde allí, subir por las piedras que quedarán a tu izquierda. Desde ahí tendrás una vista bonita del lago Bled.
Cualquier mirador del lago Bled queda pequeño al lado del mirador Mala Osojnica. Aunque no te guste mucho caminar, tendrás que hacer un esfuerzo y subir a este mirador, pues es el mejor. El mirador del lago Bled Mala Osojnica está justo al otro lado del pueblo, cerca del camping Zaka, y lo encontrarás marcado con un cartel; el camino es bastante sencillo de seguir aunque algo empinado en algunas ocasiones, pero no temas, el desnivel acumulado no llega a los 200 metros y el trekking no lleva más de una hora. Las vistas merecerán cada paso.
¿MERECE LA PENA DORMIR EN BLED?
Sí, sin duda merece la pena dormir en Bled.
Bled es hermoso con lluvia y con frío; con nubes y con sólo algún rayo de sol que parece que se haya perdido. Me dediqué a ensoñarme pensando en cómo sería verlo un día despejado (me quedé tres y no tuve suerte). Es cierto que el pueblo es pequeño y que el lago y el trekking se camina en un día, sin embargo (y te lo prometo) no querrás marcharte de allí tan deprisa. Es tan bonito, que a pesar del turismo, cada vez que alguna montaña se movía y me debaja ver un poco de ese telón de fondo que se escondía lanzaba un suspiro.
Pero sí, imagino que estás pensando que quizás Bled es hermoso pero es muy pequeño y tú no tienes tiempo para ir regalándolo. Sin embargo, tengo que decirte que Bled tiene muchas cosas bonitas (¡e imperdibles!) a sus alrededores por las que merece la pena dormir en Bled.
¿QUÉ HACER EN LOS ALREDEDORES DE BLED?
El emplazamiento de Bled me avisaba de que sus alrededores tenían que ser hermosos. Yo me quedé tres días y todos los días tuve algo bonito que ver y caminar por lo que confirmo que merece la pena dormir en Bled. Es más, tuve que decidirme entre varias opciones, y ninguna me defraudó.
EL LAGO BOHINJ Y LAS GARGANTAS DE MOSTNICA Y VALLE VOJE
Son dos excursiones en una, pero necesitarás todo el día para hacer las dos. Las gargantas de Mostnica están a dos kilómetros del lago Bohinj y éste está, a su vez, a unos 30 kilómetros de Bled (y muy bien conectado con transporte público).
El lago Bohinj me sorprendió con algo más de turismo del que esperaba. Sin embargo, todo el turismo que había era un turismo algo masivo que se detuvo en el pueblo y no pasó a invadir el resto del lago, por lo que una vez caminando por allí, puedo decir que no había exceso de turismo para nada.
El lago es algo mayor que el lago Bled, está literalmente rodeado de montañas y no tiene grandes edificaciones. El lago actúa de espejo y, al mismo tiempo, de amplificador (y si no, deja sorprenderte con el ruido que hace un sólo coche pasando por la carretera). Tal y como me recomendaron, sólo paseé la parte derecha del lago ya que por la otra pasa la carretera ( y aunque no pasan muchos coches tienen la fama de conducir como locos).
Las gargantas de Mostnica es un paseo a lo largo de unas gargantas creadas por el río Mostnica de 6 kilómetros de longitud (12 en total). Tienen un precio de 5 euros, aunque el señor de la entrada fue muy amable y me hizo precio de estudiante (que es la mitad). Tras haber visitado las gargantas de Vintgar (explicadas abajo) no parecen tan impresionantes, sobre todo por el hecho de no poder caminar entre ellas, pero aún así merecen mucho la pena.
¿Ves el elefante?
Cuando terminan las gargantas, pero todavía en el recorrido, llegas hasta el valle de Voje con una planicie entre montañas preciosa. El atractivo es la cascada de Voje (Voje Slap) pero, en mi opinión, el valle es mucho más especial que la cascada en sí.
LAS GARGANTAS DE VINTGAR
Lo turístico no quita lo impresionante. Esto quiere decir que sí, las gargantas de Vintgar están algo explotadas y hay mucho turismo, pero son preciosas. También están algo caras (10 euros) pero se te habrán olvidado después de pasearlas.
El recorrido de las gargantas son dos kilómetros y tienes la opción de volver por el mismo camino o puedes salir por otro en dirección a Zasip. Yo las caminé tres veces y me tomé mi tiempo en ellas. Después decidí salir por el camino opuesto al que había entrado, visitar una de las cataratas desde abajo, y volver a Bled por otro camino, pasando por la bonita iglesia de Sv. Katarina.
Llegar caminando es sencillo, aunque le añade un par de kilómetros a la ruta. Sólo tienes que llegar hasta Spodnje Gorje y de allí verás diferentes carteles que marcarán su entrada. Si, como yo, decides hacer la ruta circular, ten en cuenta que llegarás al pueblo de Zasip y de allí tendrás que encarar hacia Bled (hay carteles continuamente).
DÓNDE DORMIR EN BLED
Bled tiene varios hosteles de diferentes precios y todas las infrastructuras necesarias (supermercado, cajero y algún que otro bar). Como digo, creo que totalmente merece la pena dormir en Bled. Además de por lo explicado arriba, dormir en Bled es algo más barato que otros destinos. Yo me quedé en el Castle hostel 1004, que si no es el más barato, sí creo que es el más completo. Desde el momento en el que te prestan unas zapatillas de andar por casa te sientes en ella, parte de las buenas recomendaciones que hago en este artículo las recibí allí (¡Gracias a Patrick!) y tiene una cocina y una terraza muy amplia donde, si tienes suerte, puedes disfrutar de algún rallito de sol. Si reservas a través de su página web o dices que vienes del hostel Vila Veselova, en el que me quedé en Ljubljana, te hacen un 10% de descuento respecto al precio de otro tipo de páginas. Si no te interesa, también puedes reservarlo a través de esta página.
¿Has estado en Bled? ¿Crees que merece la pena dormir en Bled?
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