A estas alturas, con 33 años y 49 países a mi espalda, todavía no había viajado a Andorra. Estando tan cerca, tan accesible. Sin embargo, nunca entraba en mis planes y siempre me asaltaba la duda ¿merece la pena viajar a Andorra? Poco más sonaba en mi cabeza sobre Andorra que paraísos fiscales, compras baratas y pistas de ski. Cuando preguntaba a amigas y gente cercana, la duda no se aclaraba mucho más: había quien me decía que era un país hermoso, imperdible y único mientras había quien me afirmaba rotundamente que Andorra está sobre valorado.
Y este verano, aprovechando este parón post covid, me lancé a responder(me) a la pregunta de si, en verdad, merece la pena viajar a Andorra en verano. Pasé cinco días en Andorra y hoy escribo este artículo como, ya una vez, escribí sobre otro pequeño país del otro lado del charco, Belize.
POR QUÉ SÍ MERECE LA PENA VIAJAR A ANDORRA
Sería injusto decir que no merece la pena viajar a Andorra. Andorra merece la pena porque tiene varias características que hacen que sea un bonito destino de viaje.
Andorra es bonita, pequeña y perfecta para recorrerla en pocos días. Si eres de los que no tienes grandes vacaciones, es perfecta para una escapada y, si te organizas, puedes visitarla en un fin de semana. Además de su cercanía con el norte de España.
Andorra es pequeña en superficie, pero tiene grandes montañas y algunas rutas familiares muy bonitas para realizar, como la ruta de los lagos de Tristaina o los de Pessons. Si, como yo, eres de ibones y lagos, estas dos rutas te encantarán y son bastante accesibles para todos los estados físicos.
Algo menos impresionante, aunque un buen comienzo (sobre todo para ver Andorra la Vella desde las alturas) es el lago de Engolasters.
Merece la pena viajar a Andorra, sobre todo si estás de paso, para llenar el depósito de gasolina, que es considerablemente más barato que en el norte de España (y muuucho más barato si vienes viajando por el Pirineo francés). En el resto de consumibles, como diré en el apartado de porqué no merece la pena viajar a Andorra, no noté tanta diferencia.
Merece la pena viajar a Andorra por visitar alguno de sus miradores, que por ser estaciones de ski son accesibles en coche. En un día despejado, tienes unas vistas impresionantes de las montañas del país. Por ejemplo en la parte superior de la estación de La Massana, donde todos los días de verano la estación, con el uso de los remontes, se convierte en un Bike Park.
Las ermitas ¡son preciosas! Aparecen en cualquier rincón embelleciendo un paisaje. Son pequeñas, de piedra y estilo románico. Tienen unas torres estilizadas y altas con tres o cuatro filas de ventanitas que, siempre entre montañas, hace imposible no detenerse a echar una foto.
Si tienes el tiempo justo, el oeste de este mini país me pareció menos concurrido, menos turístico y más auténtico. Hay varios pueblos en los que querrás detenerte ¡y con razón! Una forma de pasar una mañana o una tarde, sin mucho esfuerzo, pero disfrutando a la sombra es la caminata de cuatro kilómetros (sólo ida) que se hace entre Llorts y la Cortinada.
Me encantó ver que Andorra habla tres idiomas al mismo tiempo, sin ningún tipo de problemas siendo el catalán el más utilizado, especialmente para todo lo oficial. Me sorprendió ya que en algún tipo de prejuicio inicial creí que el idioma mayoritario sería el francés.
Y, por último en cosas por las que merece la pena viajar a Andorra en verano, el fresquito de un buen valle. Cuando media España se ahoga en un calor sofocante, allí se respira fresquito y de noche se agradece mucho la chaqueta (o incluso el plumas en el caso de frioleras como yo).
POR QUÉ NO MERECE LA PENA VIAJAR A ANDORRA
Sé que no es un encabezado justo. Soy de las que opinan que decir que no merece la pena visitar tal o cuál lugar no lo sería para ningún país o región (y mucho menos cuando sólo he pasado cinco días), pero... cuando miramos opciones de viaje y comparamos, necesitamos tener unas cuantas opiniones que nos digan también las cosas negativas o que a otra viajeras no les ha gustado.
Lamentablemente, hubo varias cosas que no me gustaron de Andorra y por las que, diría, no merece la pena viajar a Andorra.
Hasta pasada Andorra la Vella, entrando por La Seu de Urgell, Andorra me pareció algo así como una gran autovía dentro de un gran centro comercial. A ambos lados de la carretera aparecen gasolineras, carteles y grandes centros comerciales. En esta zona, el país es estrecho debido a las grandes montañas y en vez de conseguir un efecto bello de valle, da sensación de ser un país en venta, en el que el poco espacio sobrante está todo publicitado.
En mi opinión, no merece la pena viajar a Andorra para comprar. Quizás mereció la pena en su día o hay ciertos productos que no miré (os leo en comentarios), pero no entendí ese afán de la gente en llevarse aceite o chocolates. Muchos de los supermercados son para verlos, parecen un duty free; al entrar encuentras el alcohol, el tabaco y grandes paquetes de dulces en tamaños desproporcionados... y hubo en algunos en que no encontramos alimentos esenciales como, pongamos, leche.
Andorra la Vella entraría en esa lista mental que tengo de capitales que no parecen una capital. Me la esperaba pequeña, coqueta y más rústica, menos comercial y uniforme en estilo. Admito que no me gustó demasiado, aunque admito también que quizás el error fueron esas expectativas que una se hace cuando no conoce e idealiza un lugar.
Aparcar es un suplicio: Todos los pueblos tienen zona azul (a excepción de algunos de la zona oeste) o parkings privados. Olvídate de aparcar gratis en Andorra la Vella.
Si vas hacia el oeste del país (sobre todo), Andorra parece un esqueleto infinito de una pista de ski. Lo que, a ojos de alguien que no esquía, enturbia el paisaje. Los pueblos, con un teleférico saliendo desde el propio pueblo, parecen eso; estaciones de ski.
A grandes rasgos, no me pareció más bonito que cualquier otro valle del Pirineo y las rutas me parecieron menos exigentes que allí, por lo que la sensación fue que, el valle de Tena, por ejemplo (un valle que está más cerca de mi casa) me parece más completo.
¿Y tú? ¿Has estado en Andorra? ¿quizás eres de allí? ¿tienes alguna opinión, comentario o recomendación para quién plantee visitarlo? ¿Crees que merece la pena viajar a Andorra? Te leo en comentarios 🙂
Si bien estoy de acuerdo en que en Andorra se ha construido y se está construyendo demasiado, no deja de tener muchos lugares con encanto. La Andorra que a mi me gusta es la que sigue existiendo, con muchísimas rutas de senderismo y de alta montaña. Los refugios libre están muy bien acondicionados y te permiten hacer travesías entre ellos. Si buscas rutas más exigentes y menos frecuentadas las hay. Andorra es mucho más que el mirador del Quer y que el puente llamado "tibetano", sólo que...hay que descubrirla.
No he estado nunca. Te he leído con atención. Las fotos que pones son atractivas y quizás den una sensación falsa del conjunto de la visita. Qué pena que se haya mercantilizado tanto. Un saludo.