Y ahora ¿qué? En el 2017 ¿qué? ¿Qué planeas? ¿Viajarás?
Es la pregunta estrella. La de ellos, y la mía. En el 2017 ¿qué? ¿Qué harás? ¿Qué haré? ¿Qué me deparará? ¿viajaré? ¿viajarás?
Mi 2016 terminó con estas preguntas y empezó con las mismas. Parece que a amigos y familiares les sorprende que siga (todavía) por aquí. A mí también me sorprende, no nos vamos a engañar, y soy la primera que me las formulo.
Bueno Patri, y en el 2017 ¿qué?.
Y me respondo. Pero de manera indecisa. Algo difusa. Como quien no ve más allá del mes de febrero. Quizás marzo.
Pero resulta que estoy bien aquí. Me siento tranquila, relajada y en calma. Me siento recargar, como cuando a un aparato electrónico se le agota la batería y una vez enchufado se toma unos segundos antes de encender su luz otra vez. Llevo casi tres meses en casa y ya tengo ganas de viajar, muchas, pero no pienso en estancias largas. No al menos antes de febrero. Y sé que suena algo irónico, pero lo digo totalmente en serio. No me apetece ahora, pero no puedo afirmar que dentro de dos meses cambie mi idea por completo.
Pero no, de momento, no me estoy planteando un gran viaje de nuevo. Nada de tantos meses fuera de casa para un 2017. Eso me dice el corazón (y la mente) en este momento.
Quizás alargué demasiado mi viaje por Sudamérica. Quizás necesito tiempo para descansar. O quizás es un especie de metódica que, sin querer (queriendo) estoy asumiendo. 2014 estuvo marcado por mi viaje de siete meses por el sudeste asiático mientras que 2015 se limitó a muchos viajes pero de estancias "cortas". 2016 fue el año de un gran viaje por Sudamérica que empezó en enero y se alargó hasta octubre. ¿Tocará en el 2017 muchos viajes pero de estancias más cortas?
Todo me dice que sí.
Tengo muchos viajes que me apetece realizar este 2017. Tengo varios objetivos (difusos) para este 2017. Diferentes, más cortos, pero cada uno con pequeños desafíos añadidos. Si todo va bien, los realizaré todos. Pero, como digo, quizás después de febrero me cambia la mente. No lo sé. Y es que a veces me entran unas ganas enormes de irme a un país (cualquiera) y trabajar un tiempo en un hostal.
Enero se dibuja como una mezcla de pequeñas escapadas. Una visita argentina, algunos días por el norte de España visitándola con unos ojos que nunca antes vieron Europa. Un reencuentro esperado y la posibilidad de ser turista en mi propia región, algo que tan difícil me parece (aunque suene tan poco bohemio...). En enero también viajaré a Madrid para asistir a mi primer Fitur como blogger profesional (y tengo todas las papeletas para sentirme una novata). Aún así, es algo que me hace especial ilusión.
Y EN EL 2017 ¿QUÉ? HABLEMOS DE VIAJES
Pues hace algo más de un mes que algo me ronda la mente. Hasta ahora lo he pensado y masticado. Lo he compartido en petit comité. ¿Seré capaz? ¿Podré llevarlo a cabo? ¿es lo que realmente me apetece? Y me digo que sí. Me emociono, me tiemblo y me alegro.
Me digo febrero.
Me digo África.
El norte, aunque todavía no tengo bien definido cuál será el país. Pero tengo algún candidato.
Me siento contenta. También asustada.
Le tengo mucho respeto a África. También algo de miedo. Me plantea dudas sobre hacerlo sola. Me atrae de una forma extraña y enigmática. Escucho a menudo que África te hace crecer. Como viajera, como persona. Que África saca lo bueno y lo malo. De ti y de todos. La cabeza se me llena de prejuicios. Y se me erizan los pelos. Pienso entonces en un viaje "corto". Algo así como un mes. Un meter la punta de los dedos del pie en el agua para saber si está fría, o demasiado caliente. Para saber si me quemo, o por el contrario, tiritaré de frío. Si por el contrario estará a la temperatura perfecta.
Y volver para marzo. ¿Por qué? ¿Por qué en marzo? Porque tendré el placer de dar una conferencia en el País Vasco, y me hace especialmente ilusión, por volver a ponerme delante de gente, por hablar de mis viajes porque está relacionado con el día de la mujer.
Y DESPUÉS ¿QUÉ?
Pues después no sé, pero me apetece andar. Coger la mochila y caminar. Recuerdo mi experiencia viajando a pie por el norte de España y me apetece volver a caminar. Algún país nórdico me llama especialmente la atención.
La palabra bici también resuena en mi cabeza, pero hace eco de una forma que todavía no entiendo. Será que ni siquiera la tengo. Así que bueno, me diré lo de siempre. Poco a poco e iremos viéndolas venir. Que nunca se sabe qué viene.
Pero yo, ya huelo las flores.
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¡Hola Patricia!
Ay, África... si te llama tienes que conocerla.
Yo ya he hecho un par de incursiones y soy una loca del continente. Pero en 2017 me enfrento al graaan desafío... En mi caso toca viaje largo: desde España hasta Gambia, o quizás más lejos, pasando por Marruecos, Sahara Occidental, Mauritania, Senegal... Y sola.
En fin, si te parece interesante, te invito a seguirme en el blog que he creado hace poquito. Yo también iré como novata a Fitur, pero como novata no profesional jaja!
¡Un abrazo!
Hola Laura!
Genial tu proyecto de viaje! A mí la verdad que Africa me da muuucho respeto, así que en febrero voy a meter un poquito las puntas de los pies a ver qué pasa y qué tal me siento...
Te seguiré, un abrazo!
Soy nueva en este blog, y me encanta la forma en la que narras todos tus viajes y me pregunto: ¿cómo haces para viajar tanto? ¿Qué te motiva ?
Hola Gabby Pamela!
Es una pregunta interesante! Me motiva el viaje, las experiencias, conocer gente, el desafío constante... Me motiva, seguramente, que para mí me resulta más fácil (y más interesante) estar de viaje constante que estar estable. Hay quien necesita estabilidad para ser feliz, yo necesito el viaje. 🙂
Un abrazo y bienvenida! 🙂
Bici...
Ay! la bici... Berlin-Pekin....
Ayyyy Martín! Aaay la bici! Tenía casi olvidado ese "proyecto" que un día se nos pasó por la cabeza. Ayyy que vuelve! Jajajaja un abrazote enorme!
Tambien puede haber otros destinos... esta Mexico donde hay muchas opciones para conocer y pasarla bien, estaba viendo un hostal en Majahual donde puedes trabajar a cambio de hospedaje.. un opcion...
Uy Miriam! Ahí has tocado un destino al que le tengo muuuuchas ganas! Pero seguramente sea para un viaje más largo... jejeje creo que Mexico da para mucho!
Un abrazo!
Hola Patricia,
Si te apetece caminar y/o bicicleta te aconsejaría que probaras a hacer el camino de Santiago, hay varios, pero el más concurrido es el camino francés. Te recomiendo hacerlo a partir de primavera que empieza a hacer mejor tiempo porque sino la mochila te puede llegar a pesar demasiado.
Mucha suerte para este 2017 y seguro que hagas lo que hagas lo disfrutarás!!
Hola Maite y Rubén!
Siiii, el camino de Santiago es una buena opción ¡lo hice el año pasado! Me lancé con el del Norte y fue toda una experiencia. 100% recomendable!