Parece que el Camino de Santiago está de moda, y es que parece que últimamente todo el mundo está haciéndolo. ¡Pues no iba a ser menos! Pero yo...¡ De domingo en domingo!
Llevaba ya un par de años con la idea de hacer el Camino de Santigo en la cabeza, primero por aclarar mis ideas, segundo por vivir la experiencia y tercero por unas vacaciones un tanto diferentes. Pero seamos sinceros, eso de pasar mis 22 días de vacaciones "pateando"... ¡se me hace muy duro! Y no por caminar ¡que también! (a quién voy a engañar...) si no por no tener más días de vacaciones para gastarlos en otros viajes.
Mi cara cuando me dijeron cuántos días de vacaciones me correspondían |
Así que, como muchos otros, y aprovechando la cercanía con el camino, decidí empezar el Camino de Santiago y hacerlo por etapas.
¿Y no lo hace todo el mundo por etapas?
Sí, claro. Pero mis etapas serán de fin de semana en fin de semana...O quizás, si estoy perezosa, cada poquito más.
Así que me puse las botas, fui hasta Roncesvalles y me declaré (más bien me declaró un amigo) como Patricia, la Peregrina Dominguera.
Después de contaros cómo y porqué me hice dominguera, y ya metida en el papel, quiero explicaros que aprendí durante mi primera etapa del Camino de Santiago francés (Roncesavalles- Zubiri). Había pensado explicaros las sensaciones, el cansancio y los diferentes personajes que me encontré (incluso poner alguna foto de una vaca pastando), pero hubiese sido aburrido ¡eso lo escribe todo el mundo! Si quieres saber cosas técnicas sobre el Camino de Santiago, escríbelo en Google ¡tienes mil tutoriales!
Y es que durante el camino se aprenden muchas cosas. ¡Atento!
1. En Navarra a la mañana hace mucho frío
- Patri, si te has tenido que ir a hacer el Camino de Santiago para aprender esto...
Lo sé, no es ninguna novedad, hasta han hecho mil bromas sobre esto.
Pero es que eran las 10 de la mañana y en Roncesvalles hacía ¡-1ºC! Así que si no eres navarro, o en su defecto soriano, ten en cuenta que hará fresquito y que el gorro que llevas a modo de complemento en tu ciudad en pleno diciembre (Andre, esto va por ti y lo sabes) no será suficiente a principios de octubre (y me arriesgo a decir que en pleno junio tampoco).
2. El ser humano es...extraordinario competitivo
Y es que ahí estaba yo, con mi mochila pequeña (un poquito de comida, una chaqueta y poco más), a mitad de camino, bastante cansada subiendo una cuesta. Unos metros por detrás de mí, un señor, de unos 50, con una mochila más grande subiendo a buen ritmo.
¡¿Quéeee?! ¡No! ¡Este señor no me puede ganar!
Todo el mundo con el que he hablado que lo ha hecho me ha comentado que al principio también le ocurría (¿si?¿seguro?), pero que poco a poco te vas haciendo al camino, a tus compañeros desconocidos de viaje y a la sensación de no necesitar competir o llegar antes que los demás.
Por si acaso, y a quien le interese, ganamos nosotros (es broma, jeje). (¿si?¿seguro?)
3. En un día no se aprenden tantas cosas como pensaba
El conocimiento, la calma, la aclaración de ideas y la paz de la que todo el mundo habla en el Camino de Santiago no ha llegado a mí todavía. Y es que mi primera etapa fue eso, sólo una etapa. Este fin de semana repito, esta vez doble, donde cruzaré Pamplona y llegaré a Puente la Reina. Y sí, ¡iré abrigadita!
¡Deseadme un buen camino! (¡que ya sólo me quedan 768 kilómetros!)
Qué contenta aquí antes de empezar la etapa....
Dos años después, en 2015, caminé desde Irún a Fisterra con tienda de campaña y 350 euros. ¿Quieres saber más?
[…] mucho la música. Escucho casi de todo. Y con estos pensamientos mientras escribía la entrada de la peregrina viajera, se me ocurrió que sería bonito postear canciones relacionadas con ciudades, lugares o viajes […]
cuando se utilizan los albergues es cuando mas peregrina te sientes pues compartes mas tiempo con los peregrinos y cada uno tiene su historia
Ya tengo ganas de haceruna etapa doble (quitando la de Pamplona que tenía casa propia) para poder dormir en un albergue y experimentar yo misma ese buenrollismo de los albergues del que todo el mundo habla. ¡Un saludo!
Jajaja! Grande.
Sí Andre...en Navarra hace más frío! 🙂