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Quiero esa camiseta

Hoy he querido comprarme una camiseta. Sí, sé que no parece un tema suficientemente importante para escribirlo en un blog, pero eso es todo lo que tenía que contaros hoy. Porque eso es todo lo que me apetecía. La he visto, me ha parecido bonita, y quería comprarla. Era barata. Y si hacemos el cambio a euros...apenas alcanzaba los cinco euros. 

¿ Y si era tan bonita, y barata, porque no la has comprado?

 

Pues no la he comprado porque, aunque sorprenda, lo he pensado.

 

La verdad es que tenía muchas razones para comprarla. Como ya he dicho, la camiseta era bonita, barata, sobre todo si lo comparamos con España, donde una camiseta de esas características cuesta, al menos, 20 euros, y me gustaba. Podía imaginarme con ella. No soy una persona muy presumida, y comprar ropa no está, para nada, dentro de mis intereses, así que, normalmente, cuando veo algo que me gusta, me lo compro. Sin cuestiones morales. ¡Quién sabe cuándo me volverá a gustar algo! Así que tenemos ahí una razón más. Además, en mi mochila tengo sólo 7 camisetas, dos de ellas para hacer deporte y dos de ellas desgastadas de tantos lavados, que en un par de lavados más formarán parte de la basura malaya. Lo que me deja tres. Las tres que me he comprado durante el viaje. Una de ellas, considerada la peor compra del universo por ser blanca, ajustada en los brazos y de algodón, tiene unas limitaciones de uso muy marcadas por lo rápido que se ensucia. Lo que me deja dos camisetas, que llevo a todas horas. No es mucho. Cada una me costó dos dólares y las he llevado, al menos, la mitad de los días. Ya tienen más de dos meses de vida, lo que hace que la camiseta me haya costado a menos de dos céntimos de euro al día. Por otro lado, todavía están en perfectas condiciones. Viéndolo así, comprar una parece una buena inversión.  Además ¡qué bonita es!

 

La camiseta, colgada en su percha, me miraba desde el escaparate de la tienda. Tan nueva, tan limpia, tan bonita. Le puse ojitos, me respondió con un guiño del reflejar del sol en la chapa del precio, y yo, avergonzada, sin saber si dar el paso o no, miré para otro lado. Lo bueno se hace esperar, me dije.

 

Seguí pensado.

 

La verdad es que no me he comprado caprichos. ¡Ni uno! Venga, engaña a ellos, que yo se que te compraste unos pendientes en Sapa....Bueno ¡lo único! Y mira qué camiseta ¿no te gusta?

 

Sería mi segundo capricho... un autoregalo, porque sí, un recuerdo de esta ciudad que te está encantando. Si además... la necesitas....

 

¿La necesito?

 

.

 

..

 

...

 

¿De verdad? Déjame pensar.

Y eso pasa a veces... que cuando lo piensas, te das cuenta. Dejas de hacer cálculos extraños en los que tus deseos siempre ganan. Y es que no tengo 2 camisetas, tengo siete. Y es que acabaré tirando dos, pero aún no lo he hecho. Y es que una fue una mala compra, pero la reservo para momentos más especiales. Y no, no la necesitas. ¿Dónde la ibas a meter? Tendrías que tirar alguna que, por otro lado, aún sirven. En todo caso si necesitas algo... ¡es un pantalón! que por cabeza rota olvidaste uno tendido en alguno de los hostales.

 

 Y sin darme cuenta, mirando el hueco de mi mochila donde podría haber estado la camiseta, he añorado esa forma de pensamiento, esa libertad, esa no consciencia, de comprar por comprar. Esa que el capitalismo, la sociedad y nosotros mismos, nos hemos auto impuesto.

 

 

Tonta de mí.

2016-01-18T18:09:33+01:00

About the Author:

¡Hola! Soy Patricia. Viajo sola desde 2014, cuando cargando mil miedos en mi mochila dejé mi trabajo en una farmacéutica y me marché al Sudeste asiático sin billete de vuelta. Ya he recorrido sola 4 continentes. Enamorada de viajar sola, lento y a dedo, y luchando por sentirme cada vez más libre, ahora me dedico a animar a otras mujeres a hacer lo mismo siendo cabeza y manos del blog Dejarlo Todo e Irse.

5 Comments

  1. […] Haz la lista de la compra antes de ir al mercado y una lista de cosas que necesitas comprar cuando vayas a comprar ropa. Antes de comprar algo pregúntate ¿lo necesito? ¿o es sólo un capricho? ¿cuántos caprichos me he dado ya hoy? Relacionado con esto tengo un artículo que escribí en Malasia y quería una camiseta que no necesitaba… […]

  2. pino at 01:53 - Reply

    No te preocupes nos pasa a tod@s yo siempre termino con camisetas blancas
    He llegado a la conclusión viendo mis fotos y que después de darme cuenta lo sigo haciendo jajajaja
    Me gustan va a juego con mi piel

    • prisxd at 13:38 - Reply

      Jajajajaja me ha encantado! Un saludo!!!

  3. Anónimo at 21:08 - Reply

    ibas a cargar con mas peso si necesidad...cuando tires las dos seguro que encuentras una a tu gusto otra vez y si no ...piensa que solo es ..una camiseta...un besico guapetona y bonita reflexión como siempre..

  4. Ra Bar at 19:58 - Reply

    Seguro que cuando la necesites encuentras una mucho más bonita y no es blanca sigue disfrutando guapa

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