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Ruta de 15 días en Islandia: Ring Road o ruta 1 (PARTE II)

Este artículo forma parte de una trilogía sobre mi ruta de 15 días en Islandia, siendo este el 2º artículo.

"Mi ruta de 15 días en Islandia: El círculo dorado"

Mi ruta de 15 días en Islandia: Ring Road o Ruta 1

Mi ruta de 15 días en Islandia: Los fiordos del oeste y Reykjavik

Con este artículo sigo con lo que comencé: aquí os cuento del día 4 al día 11 de tu posible futura ruta de 15 días en Islandia, la famosa Ring Road o Ruta 1 de Islandia. Espero que os guste y os sirva para planificar vuestro viaje y, como dije en el artículo anterior, si sabéis de algún lugar que no comento o que queráis compartir, ahí tenéis los comentarios.

RING ROAD O CARRETERA CIRCULAR: LA RUTA 1 (7 DÍAS)

La carretera más transitada (y también más turística) de Islandia es la ruta 1, también conocida como Ring Road o carretera circular. Esta carretera de 1400 kilómetros recorre la isla circularmente, comenzando y terminando en Reykjavik, permitiéndonos hacernos una idea general de la Isla en más o menos una semana. Podríamos decir que es la ruta más común entre los turistas que tienen una semana para visitar Islandia.

Sin duda, es muy recomendable. Es muy sencilla, no tiene pérdida, es buena carretera en su mayor parte (ejem, ejem, los fiordos del este...) y los paisajes cambian drásticamente conforme avanzas.

Una vez visitado el circulo dorado, en nuestra ruta de 15 días en Islandia nos introdujimos en el Ring Road.

¿EN QUÉ SENTIDO ES MEJOR REALIZAR EL RING ROAD?

Como todo circuito circular, el Ring Road puede realizarse en los dos sentidos. ¿Hay uno mejor? Pues, como casi siempre, depende.

Escribiré detalladamente al respecto pero si tu idea es hacer a dedo el Ring Road, conviene hacerlo en el sentido contrario a las agujas del reloj ya que la mayor parte de los turistas lo hacen en este sentido y es más fácil conseguir conductores.

Si has alquilado coche, furgoneta o caravana, pues depende del tiempo que tengas y de a qué quieras darle prioridad. Si tienes poco tiempo te recomendaría empezar por el sur (en el sentido contrario a las agujas del reloj) para así poder dedicarle más tiempo y, en caso de tener que ir más rápido, hacerlo en el norte. Sin embargo, si puedes realizar la ruta de 15 días en Islandia, elegiría el sentido de las agujas del reloj ya que es más probable que coincidas con menos gente en los lugares al llevar los horarios a la inversa.

EL SUR DE ISLANDIA: CASCADAS, GLACIARES Y PLAYAS NEGRAS (3 DÍAS)

Día 4

Prepara la cámara de fotos para cansarte de cascadas preciosas, arcoiris completos y baños de agua dulce intentando sacar la mejor perspectiva. En el sur, a lo largo de la ruta 1 puedes ir parando en diferentes cascadas (al lado izquierdo de la carretera) con las que volverte loca. No puedes perderte Seljalandsfoss, la cual puedes cruzarla por detrás, la famosa Skógafoss o la muy recomendada, pero más desconocida Gljúfrabúi.

Conforme avanzas, la costa a tu derecha se van transformando en playas de arena negra, acantilados tallados por el mar y piedras verticales de basalto, hexagonales, que recuerdan a la calzada de los gigantes irlandesa.  Tanto Dyrhólaey como Reynisfjara son paradas ineludibles.

Un buen lugar para descansar esa noche es el pequeño y tranquilo pueblo de Vik que cuenta, además, con un camping bastante equipado.

Día 5

No se puede visitar el sur de Islandia sin detenerse en el glaciar más grande de la Isla; Vatnajökull. Nosotros paramos en el parque nacional de Skaftafell y ya no quisimos movernos de allí en todo el día así que decidimos dormir allí mismo. Desde el propio camping o centro de visitantes aparecen unas cuantas rutas entre las que puedes elegir dependiendo del tiempo, forma física o intereses, todas ellas muy bien señalizadas.

Las más conocidas y exitosas entre los turistas son la ruta que tras algo menos de 2 kilómetros te acerca hasta la lengua del glaciar. También tienes una ruta circular (y que yo no me perdería) que te ofrece unas vistas muy bonitas de la cadena montañosa así como la visita de Svartifoss, una cascada sobre una pared colgante de basalto.

Día 6

A pesar de lo que la imaginación nos decía (a veces sientes que nada puede sorprenderte ya...) el sur de Islandia nos siguió sorprendiendo con visitas como la laguna de los icebergs, Fjallsárlon o, la joya de la corona, Jokullsárlon, conocida como la laguna de los glaciares. Las preciosas instantáneas que se disfrutan y se toman allí se pagan con el frío que se respira al lado de tanto hielo. Por supuesto, merecen la pena.

Höfn es un lugar perfecto para terminar el día ya que es muy bonito, cuenta con todos los servicios, tiene un camping bastante completo y un paseo al lado del mar que refleja el Sistema solar a escala (y unos poemas de los niños de primaria muy creativos y dulces).

LOS FIORDOS DEL ESTE (1 DÍA)

Día 7

Nadie hablaba de los fiordos del este y la sensación general era que para todo el mundo parecía más bien una zona de paso. De todas formas, decidimos darle una intentona y ver qué pasaba. Si nos gustaba un lugar, nos quedaríamos. Como suele pasar en sitios menos turísticos (o menos espectaculares) el recuerdo lo crean las experiencias y no los lugares.

Los primeros kilómetros fuimos tras el volante de un indio que negoció con nosotros llevarnos durante media hora.  Nunca había llevado a autostopistas, le parecía algo totalmente descabellado, pero le hacía gracia eso de probar la experiencia  (y tacharla de alguna especie de lista mental de cosas que hay que hacer en Islandia). Nos llevó por los alrededores de Höfn, deteniéndonos en ciertos lugares de interés y nos mantuvo con la continua sensación de que jugábamos a la patata caliente, viendo caer los minutos del reloj e imaginándonos  "tirados" en cualquier curva alejados de todo. Disfrutamos juntos durante lo que, finalmente, fueron una hora y 7 minutos. (Lo más gracioso de todo es que a la mañana siguiente volvimos a vernos y nos volvió a llevar otro ratito..)

Los fiordos del este los visitamos con un griego que parecía que había escapado de su trabajo antes de explotar por estrés. Al principio fue algo distante y algo atropellado, pero poco a poco pasó a sentirse más cómodo, conducía a 30 por hora y paraba en cualquier lugar, haciéndonos disfrutar con él de cada rincón. Junto a él observamos los dos primeros fiordos del mapa y nos encaminamos por la ruta 1 (que, por su estado, no parece una ruta principal).

 Como no tenía ninguna prisa, nos detuvimos en una pequeña cascada en un valle (me ha sido imposible encontrar el nombre) y rodeamos el lago Lagarfljót en busca del temible monstruo, Lagarfljótsormur, que, al parecer, decidió esconderse de nuestros ojos. (Puedes ver un vídeo aquí y sacar tú misma las conclusiones...)

Finalmente, y siendo una decisión realmente acertada, condujimos juntos hasta Seyðisfjörður, un pueblecito ciudad (nunca sé exactamente cómo definir estos lugares en Islandia ya que, si no me equivoco, no llegaba a los 2000 habitantes) muy  moderna y bonita enclavada en un fiordo. Los 40 kilómetros que hay que desviarse desde Egilsstaðir merecen realmente la pena desde el momento que observas la ciudad en la distancia.

EL NORTE DE ISLANDIA (3 DÍAS)

Día 8

El lago Myvatn y sus alrededores son una parada imprescindible en una ruta de 15 días en Islandia. A pesar de que la zona es conocida por su lago, allí no sólo es posible disfrutar de sus preciosas vistas si no también de un gran número de pequeños trekkings y paradas impresionantes.

Particularmente, nos hacía especial ilusión visitar Grjotagja, una cueva con agua caliente (a unos 50ºC) donde en la serie Juego de Tronos se llevó a cabo el encuentro de Jon Snow e Ygritte  (y si esto te suena a chino... es que "You know nothing"). La realidad es que hay dos cuevas y la mayor parte de gente entra únicamente en la primera, por lo que si buscas la segunda (algo más pequeña) podrás disfrutar de un poquito de cueva a solas, sin gritos, gente ni fotos con flashes continuos. Independientemente de si eres fan o no de la serie, el lugar merece una visita.

Se puede llegar en coche o con un paseo de unos 3 kilómetros desde el pueblo Reykjahlíð, convenientemente señalizado (en el centro de visitantes dan unos mapas geniales con todas las rutas). En nuestro caso, después de la cueva continuamos caminando hasta Hverfell, un volcán inactivo, y llegar hasta Dimmuborgi, unas formaciones de lava bastante curiosas.

Día 9

El día siguiente lo dedicamos a ver Namaskard y Kafla. Ambos se encuentran a menos de 15 km de Reykjahlíð en la misma ruta antes de llegar a este pueblo, pero por diferentes razones decidimos dejarlo para el día siguiente. Las dos paradas son muy impresionantes, Namaskard tiene fumarolas y hotsprings de sulfuro, mientras que Kafla es un lugar imperdible por su cráter de volcán, y una zona de fisura de 90 km,  Leirhnjúkur, donde tuvo lugar la última erupción en 1984.

La sensación de pasear sobre lava, escuchar el agua bullir bajo tus pies y las fumarolas aprovechadas por una central geotérmica cercana hace que una tenga la extraña (y emocionante)  sensación de caminar sobre una olla a presión (a punto de estallar).

Tanto llegar como salir de Kafla a dedo fue algo complicado por lo que decidimos no ir hasta Detifoss (una de las grandes pérdidas del viaje y que te recomiendo en tu ruta de 15 días en Islandia si tienes los medios) y decidimos marchar en dirección a Húsavik, donde pasaríamos la noche.

Día 10

Si digo la verdad, desde que empecé a pensar en Islandia empecé a soñar con la idea de observar ballenas en su propio hábitat y tomar unas fotos, así que decidimos que, de hacerlo, lo haríamos en el mejor lugar para ello. Y fue así como llegamos a Húsavik.  Húsavik es un pueblecito pesquero conocido por reinventarse y convertirse en la capital islandesa para la observación de ballenas. Dependiendo de la temporada, y de la suerte, es posible llegar a observar hasta 8 tipos de ballenas, orcas y delfines y Gentle Giants, la compañía familiar que elegimos para el tour, tenía un avistamiento de 99'9% (¡no podíamos tener tan mala suerte como para no ver ninguna!)

Nuestro día 10 nos lo tomamos de descanso, disfrutamos del tímido sol que acechaba, paseamos y nos preparamos para lo que vendría a la tarde. Nos habíamos movido mucho durante la mitad de la ruta de 15 días en Islandia y agradecíamos tener un día en el que no movernos.

¿Si merece la pena observar las ballenas? ¿Si merece la pena ir hasta Húsavik?

Pues cada uno decide, yo sólo puedo decirte que han pasado más de 15 días desde aquella tarde en Húsavik y todavía me sonrío cuando recuerdo aquella lancha rápida, las olas, el frío en la cara y las ballenas jugando al escondite con nosotros. Las ropas abrigadas que parecían exageradas (y se agradecieron después), el sol descendiendo tras el fiordo y la sonrisa del capitán cuando viraba deprisa cada vez que veía una ballena. También el sonido, como un resoplido infinito, sus cuatro ó 5 muestras de lomo, para salir más después, esa incorporación casi vertical, que terminaba con una inmersión más profunda enseñándonos sus preciosas colas. La simpatía de Natalia, nuestra guía catalana, que nos ofreció el tour en inglés a nosotros y 6 turistas más y nos ayudó con ciertas traducciones como "Ballena jorobada" (palabras que, por alguna extraña razón, todavía no tenía en mi vocabulario inglés).

Tengo que decir que no sé si fue el día, el tour elegido, si tuve suerte, si es siempre así, pero hubo momentos en los que no supe a dónde mirar, porque, a decir verdad, podía mirar para cualquier lado.

"Mirad, mirad, allí tenéis una. A las 3 tenéis otra, y... Wow, mira, tres a las 9; una respira, la otra ya se mete y,  si miráis a las 6... podéis ver una Minke Whale, más tímida. Más rápida"

Lo mejor de todo es que mi cámara tiene un zoom 18-55mm (en este enlace más info sobre yo y mi relación con la fotografía)  así que bueno, de zoom poco o nada ¡había momentos en las que las teníamos realmente cerca!

Si eres de las que tienes que seguir en movimiento y no quieres pasar dos noches en un mismo lugar, puedes pensar en pasar una noche en una ciudad bonita como Akureyri.

Día 11

A estas alturas comenzamos a sentir que no quedaba mucho de nuestra ruta de 15 días en Islandia, y todavía queríamos visitar algo de la parte menos turística de Islandia, los fiordos del oeste, y queríamos pasar dos días en Reykjavik.

Así pues retomamos, poco a poco, el camino hacia el oeste; no sin detenernos en la fotogénica cascada Godafoss (también parte del escenario de Juego de Tronos) y en la segunda ciudad más grande de Islandia (con sus 25000 habitantes).

Ese día, y por recomendación (y empuje) de dos islandeses (maravillosos) que nos llevaron y con los que cantamos en islandés, dormimos en Búðardalur, la puerta de los fiordos del oeste.

¿QUIERES SABER CÓMO CONTINÚA LA RUTA DE 15 DÍAS EN ISLANDIA?

Como no quiero aburrir a nadie, y poner toda la información en un sólo artículo sería demasiado, continúo mi ruta de 15 días en Islandia en el siguiente artículo

Ruta de 15 días en Islandia: Fiordos del oeste y Reykjavik

Si no has leído la primera parte del artículo "Ruta de 15 días en Islandia: Círculo Dorado" puedes leerlo aquí.

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2017-09-24T09:53:46+01:00

About the Author:

¡Hola! Soy Patricia. Viajo sola desde 2014, cuando cargando mil miedos en mi mochila dejé mi trabajo en una farmacéutica y me marché al Sudeste asiático sin billete de vuelta. Ya he recorrido sola 4 continentes. Enamorada de viajar sola, lento y a dedo, y luchando por sentirme cada vez más libre, ahora me dedico a animar a otras mujeres a hacer lo mismo siendo cabeza y manos del blog Dejarlo Todo e Irse.

2 Comments

  1. ¡Qué recuerdos! Y qué maravilla de fotos. La mayoría de las cascadas estaban congeladas cuando fuimos nosotros. ¡¡Qué diferencia de paisajes!!
    Por si quieres ver la diferencia de unas fotos con otras te dejo el enlace: http://tinyurl.com/k35x4no
    Y bueno, lo de las ballenas desde Húsavik...¡qué pasón! Nosotros no hicimos el tour...pero vi ballenas unos años después en Bostón, y me se me saltaron las lágrimas de la emoción. Es una experiencia super chula.
    ¡Abrazos!

    • Patricia at 10:18 - Reply

      Me alegro de que te gusten las fotos! Menuda diferencia Islandia con frío! Me encantó ver las ballenas, todavía me emociona recordar el sonido cuando una nos sorprendió por la espalda! Un abrazo y gracias por comentar!

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