Camboya casi nunca entre en los planes de la gente. Le darán tres dias, el tiempo justo para disfrutar de los templos, pero dejarán en el tintero todas las demás cosas de este país que, aunque pequeño, es grande en cultura, en sonrisas y paisajes. ¿Has oído algo sobre su costa? ¿Te dice algo Sihanoukville y la isla de Koh Rong?

Camboya casi nunca entra en los planes de la gente. Todo el mundo habla de Tailandia, de Vietnam, o incluso de Laos, pero nadie habla de Camboya. Angkor Wat ha eclipsado las guías, los folletos turísticos y los ojos de los turistas, pero nada más. Una visita de tres días al pequeño país del sudeste parece suficiente para calmar las ganas de Camboya. Incluso la sagrada Lonely Planet ha incluido los templos como un anexo de la guía de Tailandia. Y esto, que parece algo bueno para Camboya, no deja de ser más que algo negativo, porque esa será la única imagen que el turista reciba del país: muchas horas de autobús hasta un Siem Reap donde los turistas serán tratados como turistas, donde la venta se hace pesada y la visita a la ciudad agobiante. El visitante volverá a Tailandia de los templos (ni siquiera dirá que viene de Camboya), cansado, aunque contento porque Angkor no defrauda, pero pocas serán las cosas buenas que dirán del pequeño del sudeste. Y me apena, porque Camboya es grande en cultura, en sonrisas y paisajes. Aunque quizás, y siendo egoísta, ya me va bien que todo el mundo se quede en Tailandia y dejen, para unos pocos, todo lo que Camboya ofrece. Hoy, os hablo de su costa; de Sihanoukville y la isla de Koh Rong.

SIHANOUKVILLE

Esta ciudad cuenta con muy mala fama entre los mochileros por no ser bonita, ser cara y pecar de insegura. Sin embargo, es parada obligatoria para ir a la maravillosa isla de Koh Rong y, como siempre, y como a todo, se le puede buscar la otra cara. La más bonita. Una de sus caras está en el hostal Utopía, donde es posible dormir por un dólar (sin lujos, claro) mientras se disfruta de su piscina y comida barata.

Su otra cara, todavía más bonita, está en una de sus playas, la playa Otres. Una infinita playa de arena fina, preciosos atardeceres y tranquilidad elevada al cuadrado. Hasta allí sólo es posible llegar tras una media hora desde la estación de autobuses y con transporte privado, moto o tuctuc, pero merece la pena.

¿Mi consejo? Llega hasta el puerto, alquílate una moto para un par de días y disfruta de la tranquilidad de Otres, pero ten cuidado... ¡porque engancha!

LA ISLA DE KOH RONG

No hay viajero que haya estado en Koh Rong y no la recomiende. De hecho, yo la conocí a base de oídas. Todavía no había llegado a  Camboya y ya me la habían recomendado un par de veces. Una vez en Camboya no había viajero que vendría del sur que no me hablase de la maravillosa isla. Habrá que ir, pensé.

Y fui. Y llovió. Y llovió. Llovió mucho. Y, aún así, me encantó. Una isla en la que no existen los coches, no existen las motos, ni las prisas. El agua es tan azul que duele a los ojos y la arena tan blanca que sólo piensas en hacer la croqueta. Medio pueblo es todavía local, de precios baratos y habitaciones pequeñas, mientras que el otro medio son hoteles occidentales de nivel más alto pero todavía integrados en el ambiente lugareño. Los locales andan preocupados por su pequeño paraíso que, como pasa en estos casos, corre el peligro de ser explotado por numerosas constructoras que miran la isla con ojos inyectados en dólares. Por esta razón no es inusual ver militares merodeando por la isla, intentando apaciguar, o controlar, las disputas entre ambos bandos. Esperemos que, por una vez, sean los locales quienes ganen, y se mantenga así el encanto isleño khmer.

El tiempo corre despacio entre zumos de fruta natural y batidos de oreo, se juega a las cartas, se escribe y se ríe. Tras la comida, la hija khmer del dueño del restaurante, Roat, todavía tímida, se sienta a mi lado con una libreta. Ya tiene 17 años que no aparenta y quiere aprender inglés. Los niños juegan contigo y los padres sonríen por tanto cariño. Y es que la lluvia no impide el disfrutar en el paraíso. Bañarte es otra opción, porque nadie dijo que la lluvia moje más que el mar... Y hace calor.

Aprendiendo inglés con Roat

Una amiga me dijo una vez que sería en Koh Rong donde viviría su jubilación. Yo le digo ahora, tras pasar tres días en la pequeña isla, que si en verdad llegamos a tener jubilación,  Koh Rong no suena como un mal plan...

 Datos prácticos Sihanoukville:

Hostal Utopía, muy céntrico cerca del puerto. 1$ la noche durmiendo en pequeñas colchonetas duras. Piscina, billar, comida y bebida barata. A la noche hay ruido y ambiente un poco extraño, pero para dormir un día está muy bien.

Hostal Done Right, en la playa de Otres. Dormitorios por 3$/ noche. También tiene habitaciones muy curiosas. La comida está muy buena pero algo cara en relación a Camboya.

Alquiler de moto:

Unos 5$. En la rotonda de los leones los policías se ponen a parar gente y pedir el carné de conducir internacional. 1$ debería bastar aunque nosotras le dijimos que íbamos a por él y coló.

Cuidado con tus pertenencias en TODAS las playas de Sihanoukville.

Datos prácticos Koh Rong: 

Ferry:

Sale del puerto de Sihanoukville y cuesta 63 rieles, i/v, (unos 16€) algo caro para ser Camboya, pero merece la pena.

Dormir:

La parte khmer es barata (a la izquierda del puerto), es fácil encontrar una habitación para 2 por 5$.

Salir de Sihanoukville:

Los billetes de autobús son más caros aquí que en el resto de Camboya. Pagarás más por irte de lo que pagaste por venir...