¿Cómo es viajar sola a dedo en Uruguay? ¿Es peligroso, fácil o aburrido? ¿Cómo te organizas?

Durante este viaje por Sudamérica, viajé tres semanas sola a dedo en Uruguay, en particular por su costa, y he escrito este artículo donde te cuento cómo fue.

VIAJAR SOLA EN URUGUAY

Uruguay es un país seguro, relativamente pequeño, tranquilo y poco poblado. Para hacerte una idea, España tienen más de 10 veces los habitantes de Uruguay y, sin embargo, "sólo" es tres veces más grande. Uruguay es tan tranquilo, tan cómodo y fácil, que si volviese a viajar por primera vez a Sudamérica (y el billete costase lo mismo), volaría a Montevideo, evitándome así la locura (que te pilla en frío, y con jetlag) de Río de Janeiro.

Si volviese a viajar sola a Sudámerica

por primera vez, volaría a Montevideo.

Además, las ciudades más turísticas se encuentran en su costa haciendo muy sencilla la planificación de la ruta y aunque, por supuesto, habrá lugares interesantes por el interior, casi nadie me hablabla de ellos. Al final, y por cuestión de comodidad para moverme a dedo en Uruguay por rutas más alejadas (y porque la Patagonia me llamaba a gritos), me conformé con la costa.

PARTICULARIDADES DE VIAJAR SOLA A DEDO EN URUGUAY

En Uruguay, las ciudades más turísticas se encuentran en la costa y están separadas entre ellas por distancias cortas. Las distancias rondan los 150 kilómetros, lo cual es una distancia muy aceptable para conseguir realizarla en un sólo día y dormir en destino.

El mapa de carreteras de Uruguay es tipo acordeón. Es decir, en general, todas las carreteras salen de Montevideo. Por lo que si quieres ir de la costa a alguna ciudad del interior es muy probable que tengas que pasar, de nuevo, por Montevideo. Si no es así, es probable que estés tomando una carretera poco transitada y que tu oportunidad de que alguien te recoja para un trayecto largo disminuyan.

Según todo el mundo me comentaba, por las rutas del interior es más difícil conseguir transporte, básicamente por el porcentaje de coches que pasan... aunque he leído muy buenas experiencias.

Los uruguayos son, en general, gente tranquila y están acostumbrados a parar y recoger gente en la carretera para acercarle unos kilómetros, pero, como siempre, es importante el aseo, una buena apareciencia y una sonrisa. Así como elegir un buen lugar donde los coches puedan detenerse.

Es probable, al menos así fue en mi caso, que tengas que dividir el trayecto en varios transportes ya que no suele coincidir que la gente vaya hasta tu misma dirección.

VIAJAR SOLA A DEDO EN URUGUAY

Viajar sola a dedo en Uruguay es muy sencillo. Al ser una mujer que viaja sola (casi) siempre hay lugar para ti, eres confiable, no una amenaza y creas curiosidad. En especial a los hombres, para qué nos vamos a engañar. Me resultó muy fácil viajar sola a dedo en Uruguay porque nunca esperé más de diez minutos en la carretera. Y, sin embargo, de Colonia a Montevideo que compartí viaje con un amigo sí que tuve que esperar, en algún tramo hasta incluso más de una hora. Luego me confesaría que al saber que yo viajaba sola  a dedo en Uruguay,  y conociendo a sus compatriotas, vio incrementadas sus posibilidades de llegar a Montevideo a dedo y se unió a mí.

Así que sí, en ese sentido, viajar sola a dedo en Uruguay es una ventaja.

Pero insisto, si viajas sola a dedo en Uruguay tienes que estar preparada a que, en general, lo que te paren sean hombres. La realidad es que a las mujeres aún nos cuesta detener el coche y confiar, y que los hombres tienen más curisiodad y más confianza.

Y sí, quizás también acostumbrarte a alguna frase así :/

También tienes que estar preparada a la sorpresa del conductor, que te mirará (en muchos  casos) de arriba a abajo, te preguntará si no tienes miedo de que te pase algo, incluso te preguntará qué es lo peor que te ha pasado y a que, los más curiosos, pregunten si tienes novio. Quizás hay alguna situación un poco incómoda basada generalmente en la curiosidad (y tus miedos), pero hay que mantenerse tranquila, con buena energía y pensar que sólo es eso; curiosidad.

RUTA A DEDO POR URUGUAY

Mis tres semanas viajando sola a dedo en Uruguay fueron desde Colonia, al sur, hasta el parque de Santa Teresa, al este. ¿Cómo me fue?

Colonia- Montevideo

Este tramo lo hice acompañada de un amigo; tuvimos que tomar 3 transportes, en uno de ellos esperamos bastante rato, como una hora y media, y para terminar de entrar al centro de Montevideo tuvimos que coger un autobús urbano hasta Tres Cruces (la estación central de la ciudad).

Montevideo - Punta Negra

Lo mejor, aunque es una ciudad tranquila, para hacer dedo desde Montevideo es salir de la capital. Hay varios autobuses interdepartamentales que te sacan de la ciudad hasta el peaje en la ruta Interbalnearia (uno de ellos pone Atlántida, por ejemplo), y cuesta 60 pesos uruguayos. Allí es sencillo encontrar transporte ya que los coches se detienen por el peaje, también hay una parada de autobús, y tienen lugar suficiente para detenerse sin molestar a nadie.

Un señor muy simpático me llevó hasta la Atlántida, donde a pesar de no ser un muy buen lugar para hacer dedo ya que los coches pasan muy rápido, me recogió un socorrista majísimo que había vivido en Zarautz, País Vasco. Nos llevamos bien, y terminó invitándome a comer un asado con sus compañeros, también socorristas, en la playa de Punta Negra. Como no llevaba ningún plan marcado y me gustó el sitio, decidí quedarme un día allá. ¿Lo, todavía, más increíble? Me dejó totalmente para mí la casa hecha de barro de su hermano, que acostumbran a alquilar, y una bicicleta con la que moverme por allá. ¡Hacer dedo puede dar experiencias maravillosas!

Punta Negra- La Paloma

Gracias a mis nuevos amigos, decidí cambiar Punta del Este por La Paloma. Este cambio supuso que este tramo fuese el más complicado (o el que más cambios de transporte supuso, mejor dicho) ya que Punta Negra estaba un poco desviado del destino y tuve que retomar la carretera: primero la Interbalneria y, después, la ruta 9.

Para esto caminé durante unos 2 kilómetros porque estaba en una carretera donde no pasaban coches. Una furgoneta que por fin pasaba por allí, me acercó hasta la Interbalnearia y de allí, un matrimonio muy simpático de Montevideo me acercaron hasta la rotonda de Pan de Azúcar. Un señor que se sintió triste por no poder ayudarme más, me acercó hasta el pueblo donde un camionero, bastante curioso, me llevó hasta Rocha. Y allí, ya algo cansada, viendo que pasaban pocos coches por la carretera y que vino el autobús que iba hasta el pueblo, decidí tomar el autobús. Lo más curioso es que el trayecto que pagué fue el más incómodo de todos, ya que no había plazas para ir sentada.

La Paloma - Cabo Polonio

El trayecto más sencillo. Una señora uruguaya que se alojaba conmigo en mi hostal iba dirección a Santa Teresa y me invitó a acompañarla. Me dejó en la entrada del parque ya para tomar el camión con el que entraría a la reserva.

Cabo Polonio - Punta del Diablo

La carretera de Cabo Polonio es bastante pequeña y, creo, que bastante poco transitada. Por suerte, era plena época de turismo y, como yo, había mucha gente viajando por la costa. Una pareja de hermanos uruguayos que vivían en París me llevaron hasta Valizas, y de allí, un señor que paseaba con el coche por vacaciones, sin una dirección muy definida, me llevó hasta Punta del Diablo, con una pequeña parada en Aguas Dulces para observar el pueblo. Fue tan amable que incluso me ayudó a buscar alojamiento, esperando a que preguntase pecios y encontrase uno que me gustase.

La vuelta hasta Punta del Este la realicé en autobús. No por nada en especial, simplemente no tenía ganas de hacer dedo, y creo que autostop hay que hacer cuando una se siente con ese ánimo, ya que requiere mucha energía, supone hablar con la gente y cambiar, quizás, de transporte.

Punta del este - Montevideo

Para salir de Punta del Este, tomé un autobús hasta Casapueblo, en Punta Ballena. De esta manera saldría de la ciudad y, al mismo tiempo, podría visitar el curioso edificio de Carlos Paéz Vilaró.

Caminé los 2 ó 3 kilómetros hasta Casapueblo y tras visitar la zona, comencé mi trayecto a dedo. Fueron unos pescadores que cargados de peces volvían hacia Punta del Este los que me sacaron hasta la ruta. Allí, un armenio que vivía en Rusia y decidió dejarlo todo y trasladarse a vivir a Uruguay con toda su familia ( para que luego digan que la gente no hace cambios radicales de vida) me llevó hasta Ocean Park, cerca del aeropuerto de Piriápolis, donde intentaba encontrar un terreno donde construir su casa. Y allí, dos chicos que transportaban dulce, pero que ya venían de vacío (¡una lástima!) me llevaron hasta Montevideo entre charlas de viajes y luchas entre la fuerza de Peñarol y Nacional, los equipos nacionales más importantes.

¿CONCLUSIONES DE VIAJAR SOLA A DEDO EN URUGAY?

Es un país sencillo para viajar sola a dedo, por sus distancias cortas, por su gente y porque, siendo mujer, es notablemente más rápido. Eso sí, hay que estar preparada para preguntas curiosas y alguna que otra frase algo machista o impertinente. En esos casos, mantener la calma, fijar la mirada, sonreír y contestar lo que quieras contestar de forma educada pero tajante.

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