Me vino la regla, estuve cansada.
La nadadora china Fu Yuanhui rompió el tabú, convirtiéndose en titular estos Juegos Olímpicos. Después de tantos años y es la primera vez que se tiene en cuenta, que se habla de ello. Y es que oye, fíjate, hay algunas mujeres que tienen la regla. Por lógica, una de cada cuatro mujeres tiene la regla en estos momentos: durante los Juegos, mientras trabajan, mientras tienen sexo o mientras viajan. Las mujeres del mundo tienen la regla, y poco se habla de ello. Es algo que siempre se ha "sufrido" en silencio pero que, poco a poco, se va hablando de ello más libremente.
Por eso hoy quiero hablar de todo eso, sin tapujos. Al fin y al cabo ¿qué hay más natural que que una mujer tenga la regla? Y quede claro que digo la regla, porque me he cansado de utilizar, y escuchar eufemismos. Ni menstruación, ni periodo ni estar indispuesta, hoy hablamos de viajar con la REGLA.
Me encantaría empezar este artículo diciendo que es un artículo tonto y que no hace falta. Que viajar con la regla es como viajar sin la regla. Que no hay diferencia y que no hay que preocuparse por esas cosas porque son tonterías.
Pero no estoy de acuerdo. Y estaría mintiendo.
Tampoco voy a dramatizar. No, porque la regla es la regla, en Navarra, en Argentina y en Pekín. Sin embargo, es verdad que la regla me afecta en mis viajes, y soy consciente de ello. Así que es probable que afecte en los tuyos, pero no pasa nada, al fin y al cabo, ya nos conocemos ¿no?
Todas la tenemos, a todas nos pasa y a todas nos influye. De una forma u otra, pero nos incomoda. Y a todas puede generarnos dudas. Será por algo que a ninguna nos gusta viajar con la regla....
ME VOY DE VIAJE... CON LA REGLA
¿A quién no le ha tocado viajar con la regla?
Admitámoslo, es un engorro. Una pesada. Una molestia.
Ahí viene. Se siente. Por delante, unos días de dolores, de vientre hinchado, de buscar un baño continuamente, de atención para que no haya pérdidas ni te manche el pantalón. Y eso mientras viajas, cambiando de lugar, haciendo dedo, durmiendo en hostels de sábanas blancas o en tienda de campaña. Y le sumamos, además, el cambio de humor, porque ¿a ti no te pasa?
LAS OPCIONES PARA VIAJAR CON LA REGLA
Las opciones que tenemos para viajar con la regla son las que ya conocemos: las compresas (o toallitas), los tampones y la copa menstrual.
Seguro que tienes tus preferencias. Y todas son válidas para viajar. No voy a hablarte de las ventajas y desventajas de cada producto porque seguro que ya las conoces, pero sí que es importante que sepas que no todos los productos para la regla se encuentran en todos los países.
No todos los productos para la regla se
encuentran en todos los países
Las compresas o toallitas son universales. De momento, las he visto en todos los países que he visitado incluyendo Sudeste Asiático, Sudamérica y Europa.
Los tampones, sin embargo, son más complicados de ver. Normalmente están en todos los países, pero particularmente me costó encontrarlos en Laos e Indonesia, y tienes que tener en cuenta que a veces hay poca variedad. Por ejemplo, si estás acostumbrada a tampones con aplicador es probable que te cueste encontrar. En algunos países los tampones sólo son utilizados por las turistas, son de importación y el precio es bastante alto. Como ejemplo, recuerdo que en Bali vi una cajita de 16 tampones por unos 15 euros. Una locura.
La copa menstrual no ha llegado a todos los países. O, al menos, no es fácil encontrarla en farmacias. Deberás considerar esto si pierdes la tuya, se te rompe o necesitas cambiarla. Olvídate de encontrarla en Asia, en muchas farmacias españolas o argentinas, por ejemplo. Pero sí es muy fácil encontrarla en internet. En esta página tienes un montón de info, un montón de tipos y puedes comprarla a buen precio. Ver más info
MI OPCIÓN PARA VIAJAR CON LA REGLA
Como ya lo dije en el artículo que escribí sobre el botiquín y el neceser de una viajera, desde que la descubrí, mi opción es la copa menstrual. Para mí es lo más cómodo, lo que menos espacio ocupa y lo más barato. Se la recomiendo a todas mis amigas, a todas las viajeras que no la conocen y a cualquier mujer con interés.
Particularmente, me ha solucionado la vida. Puedes bañarte con ella, puedes llevarla durante más tiempo que una compresa o un tampón y no molesta cuando tienes poco flujo.
¿Y la higiene?
Todas las dudas que surgen respecto a la copa vienen por la higiene. Como que meter tu mano (a veces a niveles bien profundos) en busca de una copita rellena de sangre no suena muy tentador. (Aquí, si todavía no eres usuaria, viene tu cara de asco).
Entiendo como suena, pero te acostumbras. Y te das cuenta de que no es tan malo.
Te lavas las manos, la sacas,la vacías en el retrete, la lavas en un grifo, la secas un poquito y para adentro. Te lavas las manos y como nueva.
¿Y si no hay grifo o el grifo está fuera del baño?
Sí, fue mi primera duda.
No es muy bonito salir con una copita ensangrentada en un baño público. Aquí tienes dos opciones. Limpiarla con papel, que no es la mejor opción pero muchas veces es la opción que tienes, o, llevar siempre una botellita de agua contigo. Así siempre tienes un "grifo" contigo.
¿Y si no hay un baño?
Si mochileas puedes verte en esa situación. ¡No hay un baño! Bueno, sí, estamos ante una situación incómoda, pero usemos el método que usemos. Lo malo de la copa es que sacarla y meterla es un poquito (sólo un poquito) más complicado que sacar y meter un tampón, pero como ventaja tenemos que la sangre la podemos echar en la tierra sin contaminar (dicen que incluso es bueno para las plantas), mientras que el tampón o compresa deberemos llevarlo de vuelta con nosotras. Y eso sí es un engorro.
¿Hervir la copa en un hostel?
Admito que también fue una de mis primeras dudas. No sé, agarrar una olla, calentar agua y poner tu copita, ahí, en la cocina del hostel... No sé, no me parecía muy ¿estético? ¡Y eso teniendo en cuenta que tuviese cocina a mi disposición! Me solucionó la vida saber que hay unas pastillas esterilizantes (como la de los biberones de los bebés) que hacen el papel. Además existen también unos vasitos plegables que pueden ayudarte.
Si aún tienes dudas, o te gustaría comprarla, de verdad, tienes que echar un vistazo aquí.
¿VIAJAR INFLUYE EN LA OVULACIÓN?
Depende en cada mujer, pero es probable que el viaje influya en tu ovulación.
Viajando cambiamos de alimentación, de ritmo y de condiciones. Todo eso afecta a nuestras hormonas. No pasa nada, simplemente es probable que nuestros ciclos se desajusten un poquito, es decir, que la regla nos venga más a menudo o menos. Así que no hay que entrar en pánico, es algo normal.
VIAJAR CON LA REGLA Y LOS CAMBIOS DE HUMOR
Sí, la regla nos produce cambios hormonales y no es ningún secreto. Y esto no tiene porqué ser algo malo. Pese a lo que nos han hecho creer toda la vida, también les ocurre a los hombres con los déficit de testosterona. ¿Nuestra ventaja? Para nosotras es más fácil, si no controlarlos, saber cuándo se acercan. ¡Es lo bueno de ser cíclicas!
Podría deciros que no noto diferencia en mi humor cuando me toca viajar con la regla, pero os estaría mintiendo. Y mucho. No hay más que echar un vistazo a mis artículos más tristes o un poquito más pesimistas, también los más filosóficos. Casualmente casi todos han sido escritos mientras viajaba con la regla; sentirse sola y echar de menos, no (me) asimilo o días en los que necesito volver son algunos ejemplos. Muy representativos ¿no?
¿Y qué haces?
Me escucho más. Viajo más despacio y me doy algún capricho. Si mi cuerpo me lo pide, algo me estará diciendo ¿no?
Particularmente me da por pensar más. Si me pongo catastrófica o hiperpesimista me doy un tiempo, me recuerdo que estoy con la regla y pospongo el pensamiento (al menos lo intento). Mejor pensarlo de nuevo en unos días.
También es verdad que estoy más creativa, escribo cosas mucho más profundas o es cuando, al fin, encamino pensamientos a los que llevo días dándole vueltas y finalmente puedo bajarlos al papel. Lo bueno de ser cíclicas y conocerte un poco es que puedes aprovecharlo para tu beneficio. Todo tiene su parte buena.
HISTORIAS INCÓMODAS (Y GRACIOSAS)
¿Qué si he tenido historias incómodas por viajar con la regla? ¡Imagínate! Pero lo incómodo se acaba olvidando y pasan a ser historias graciosas, de esas que se cuentan ante un grupo de amigas perplejas acompañadas de un vino. Si te ocurren, piensa en eso. No se soluciona la situación, pero la ves de forma diferente y te sonríes por dentro.
Y en esta ruta... ¿hay alguna estación de servicio?
Yo, un camión y un camionero. Más de dos horas de camino y alguna por delante, y, de pronto, esa sensación. LA sensación. Una gotita de sangre que se escapa. Mierda, necesito un baño. ¿Cómo le digo a este camionero que necesito un baño? ¿y si le mancho el asiento?
Primer paso, me pongo la chaqueta bajo mi trasero, segundo, le pregunto, amablemente, si en esta ruta no habrá, por casualidad, alguna estación de servicio.¡Y es que no hemos visto ninguna! Ante la respuesta negativa, me tenso un poco. Esto va a ser embarazoso. Tras unos metros en los que me quedo muy callada pensando qué puedo hacer, el camionero me soluciona la vida.
No te preocupes, esto lo he hecho con mis mujeres, no te olvides que tengo señora e hijas, y también viajan en camión, me dice.
Detiene el camión, se baja, me da una botella partida por la mitad y pone un cartón en el cristal.
Ahí tienes, yo te doy intimidad.
Uf. ¿Aquí?¡¿Así?!
Sí, ahí, y así.
En cuclillas en el lugar del copiloto, casi a oscuras y con un señor esperándome afuera, rápidamente, y como puedo, hago el cambio. Él amablemente, y a gritos desde afuera, se ofrece a recoger y tirar la botella. A lo que viendo el color rojo... Mmm, no, no te preocupes, mejor no, yo lo hago.
Tras un par de minutos todo está bien. Cada uno en su lugar, yo más cómoda y él curioso.
No quiero que te sientas avergonzada, me dice, pero te encuentras indispuesta ¿no? ¡Cómo os conozco a las mujeres!¡Habérmelo dicho!
Seguramente fue el cambio de copa más incómodo y curioso (ahora también gracioso) de mi vida. Y bueno, es que nadie dijo que viajar con la regla, a dedo y en camión, fuese sencillo.
DATOS DE INTERÉS
Si eres nueva en esto de las copas menstruales te animo a probarlas. Particularmente, he probado varias marcas. Ambas me funcionan bien y aunque considero que hay ligeras diferencias, nada extraordinario.
Es un producto barato y casi siempre sale más económico comprarlo de dos en dos.
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